Voley

Ni Aquiles pudo frenar un ascenso "milagroso"

Ourense. 10/05/18. Entrevisa al jugador de Volei, Pablo Parga en la pista de Volei Playa en Oira.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera El ourensano Pablo Gómez Parga, en la cancha de voley playa de Oira.

"Soy un empleado del voley. Me dije que tenía que seguir como fuera. Intentarlo por lo menos. Y si no lo conseguía, que no fuese por no trabajar duro", dice Pablo Gómez Parga

Le gustan los retos. Lo ha demostrado a lo largo de su extensa carrera. Pero en la última temporada ha tenido que superar un desafío doble. Para un deportista, romperse el tendón de Aquiles es duro. Con 40 años y jugando a una modalidad tan explosiva como el voleibol, lo es más. Pero Pablo Gómez Parga (Ourense, 1977) apretó los dientes y obró el milagro.

Se recuperó en un tiempo récord para ser el líder del Intasa San Sadurniño, un equipo "milagro" de la comarca de Ferrol que logró el ascenso a la Superliga 1, la élite nacional. 

"Es un logro muy grande. La gente todavía no se da cuenta de lo que significa. En Superliga 1 prácticamente todos los equipos son de capitales de provincia, ciudades grandes. Y San Sadurniño tiene solo 3.000 habitantes. Conseguir ese logro es un premio", señala Parga.

Fue la tercera temporada del ourensano en el club. Está plenamente integrado en el ambiente familiar que reina en la entidad. "Tenemos, lo que llamamos 'casa comuna', en la vivimos los seis jugadores que somos de fuera. Imagínate. Nos vemos todos los días, a todas horas, entrenando y en casa... ¡Cómo para desconectar!

A veces llegabas a casa y decías 'no quiero verte', pero lo llevamos muy bien. Son compañeros muy majos y es increíble que tras juntar a tanta gente de sitios diferentes, la cosa funcionara tan bien. Durante todo este tiempo, el pueblo se ha volcado con nosotros", destaca el ourensano.


Una lesión le hizo dudar


Un fin de fiesta con una sonrisa que una lesión puso en suspense. En abril de 2017, Parga se rompió el tendón de Aquiles en un partido televisado ante el Boiro. "Pensé que no me iba a recuperar. De hecho, iba a seguir como entrenador, pero terminé jugando todo, desde los amistosos de pretemporada. En teoría, el plazo de recuperación es de casi un año y yo en cinco meses ya estaba entrenando. Soy un empleado del voley. Me dije que tenía que seguir como fuera. Intentarlo por lo menos. Y si no lo conseguía, que no fuese por no trabajar duro. Todos los entrenadores que he tenido en mi carrera me han enseñado eso".

Otra experiencia para un jugador que ya disfrutó de la élite en Vigo, Teruel, Gijón o Caravaca. Parga es un trotamundos en el voley. Nunca perdió el tiempo.  No pudo. El gusanillo le entró tarde. Hasta los 18 años, baloncesto o hockey centraban su atención. Siempre que pasa por las pistas exteriores de Os Remedios, se acuerda del momento en el que todo cambió.

"Estaba jugando al básket un partidillo con los amigos, y me dijeron que fuera a jugar a voley. ¿Para qué voy a ir?, pensé. Pero fui y me enganchó. Dejé los demás deportes por el voley. Y muy contento. Fue una buena decisión", insiste.

La gran campaña realizada le ha vuelto a poner en el foco de muchos equipos. Toca reflexionar sobre los pasos a seguir en el futuro inmediato. "En San Sadurniño quieren renovar a toda la plantilla. También tengo ofertas de Superliga 1 y 2. Pero en este club me han tratado muy bien. Incluso cuando estaba lesionado. Lo primero que quiero hacer es escucharles y después tomaré una decisión".


Proyecto en casa


Pero la vista de Parga también está puesta más allá de las pistas. Y mucho más cercana. "Ahora tengo otros proyectos en mente centrados en el voley playa con compañeros y amigos del CV Ourense. Se llama Club Volei Praia Milenio Ourense. Empezaremos con las escuelas deportivas y se están realizando más y mejores instalaciones en Oira. Estoy involucrado en este proyecto.

Se trata de meter el 'bicho' del voley a los más jóvenes. Y empezar a sacar gente que quiera jugar, empezando en la arena y, quizá, pasar después a la pista"

Sobre arena precisamente está jugando el ourensano ahora mismo. Defendiendo los colores del club ourensano, viene de terminar quinto en la primera prueba nacional puntuable. No para. Tiene gasolina para rato.

Las ganas y la motivación dejan el DNI o el parte de lesiones en un segundo plano. Solo queda esperar cuál es el próximo reto que Pablo Gómez Parga se propone. Viendo los antecedentes, tiene pinta de que lo va a superar.

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