Nuevos tecnicismos de la automoción electrificada

Las normativas europeas anticontaminación aceleran la llegada al mercado de vehículos electrificados.
photo_camera Las normativas europeas anticontaminación aceleran la llegada al mercado de vehículos electrificados.
Las baterías pueden ser de plomo/acido, níquel/cadmio, níquel/hidruro metálico o las más avanzadas de iones de litio

La nueva movilidad electrificada, llega con tecnicismos referentes a aspectos relevantes de este tipo de vehículos, como prestaciones, consumos, recarga o autonomía, muchos de ellos relacionados con la energía eléctrica.

Uno de los cambios relevantes en los vehículos electrificados es la medición su potencia expresada en kilovatios (kW), empleada en cualquier fuente de potencia, así los CV en estos vehículos se homologan en kW, con una equivalencia de 1 kW representa 1,36 CV.

Los modelos eléctricos y híbridos requieren tanto por seguridad como por confort, alojar la betería de forma segura, habiendo diseñado cada marca diferentes plataformas (carrocerías monocasco) para ello, incluso varios fabricantes han realizado plataformas denominadas multienergia, válidas para eléctricos e híbridos con motores de combustión (térmicos).

La estación de recarga, "electrolinera" o "punto de recarga", son cargadores públicos. La recarga de la batería un vehículo se pude realizar en uno de estos puntos o con un sistema de regeneración de energía del propio vehículo, mediante el motor eléctrico que se convierte en un generador de electricidad al frenar o al circular en modo de retención (cuesta abajo). Para realizar una recarga, se necesita un conector, el cual se enchufa al vehículo. El conector más extendido en Europa es el combinado CCS Combo 2, el cual combina un conector tipo 2 (Mennekes) para carga de corriente alterna, monofásica y trifásica, más un conector de dos bornes para la recarga con corriente continua, permitiendo cargas rápidas.

Los tipos de cargadores existentes son cuatro. Domésticos o de pared que pueden funcionar con corriente alterna (de 3,7 kW de potencia y 8 Amperios). Semirrapidos, que encontramos en las vías públicas y domicilios, con corriente alterna trifásica que pueden llegar a los 22 kW (32 A). Los Cargadores rápidos, con corriente continua (DC) de hasta 50 kW. Y los cargadores ultrarrápidos, que entregan desde 100 kW o más de corriente continua.

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