Consuelo Garrido, la madre de Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP en Ermua (Vizcaya) asesinado por ETA en junio de 1997, falleció ayer en Madrid tras cinco días de lucha en su domicilio contra el coronavirus. El pasado día 12 de marzo había muerto su marido, Miguel Blanco.
El fallecimiento de Consuelo Garrido fue dado a conocer a través de las redes sociales, en las que se sucedieron los mensajes de apoyo a su hija, María del Mar Blanco, integrante en la actualidad de las filas del Partido Popular. "Estoy desgarrado al acabar de conocer el fallecimiento por coronavirus de Chelo", aseguraba el candidato de esta formación política a lehendakari, Carlos Iturgaiz.
Las condolencias y muestras de cariño las trasmitían políticos y ciudadanos anónimos. "Descansa en paz. Tú conociste lo que es el sufrimiento", rezaba en una cuenta de Twitter.
La solidaridad también llegaba desde A Merca, de donde era natural. "Es lo menos que podemos hacer , arropar a su familia. Estamos consternados. Duele cualquier fallecimiento pero más ante lo que estamos viviendo", aseguraba el alcalde, José Manuel Garrido.
Consuelo Garrido era natural de Faramontaos (A Merca), un pueblo al que regresaba cada verano tras haber emigrado al País Vasco. Y lo tenía tan dentro que pidió que las cenizas de su hijo descansaran en el cementerio de la localidad, en cuyos alrededores lo vio jugar durante los veranos de su adolescencia. La fallecida regresaba cada año a visitar la tumba de su hijo, cuya muerte sufrió en silencio.
