Cartas al director

Obituario | María Mercedes Añel López

Querida hermana: Estoy muy orgullosa de ti y de la familia que has formado. Todos los humanos tenemos virtudes y defectos, pero en tu persona, estos últimos se han borrado por lo mucho que has luchado por tu familia, por tus amigos y  por todos  los que se cruzaron en tu camino. Tu muerte ha sido una lección de vida, pues te has marchado sin un lamento, sin un quejido, sin un reproche. Te has ido en paz con Dios y con todo el mundo. Siento mucho no haberme dado cuenta de que te ibas a marchar tan pronto, pues me hubiese gustado estar más tiempo contigo. Siempre vivirás en mí. Te mando un beso muy grande allá donde estés.

Tu hermana que te quiere.