Crisis del coronavirus

La oportunidad de la crisis, el mercado de las mascarilllas

Lucía Casanova y Miriam Méndez.
photo_camera Lucía Casanova y Miriam Méndez (izq.) y Milena Plata. // Ó. Pinal -Miguel Ángel
El confinamiento y su escasez en el mercado, impulsó estas dos iniciativas ourensanas

Las oportunidades surgen en cualquier momento. Esto lo demuestran Lucía Casanova y Miriam Méndez, a quienes una crisis les restó trabajo, y se reinventaron. Así nació Nako Mask, una firma ourensana de mascarillas: "Nos dedicamos a las bodas y poco a poco se fueron cancelando, pero no podíamos quedarnos en una esquina lamentándonos. En ese momento decidimos ponernos a hacerlas", explica Casanova. 

Lo primero que les tocó hacer, buscar los material homologados para cumplir con las normas de Sanidad. La tela que emplean también guarda sus secretos: "Buscamos una en la que pudiésemos imprimir nuestros diseños que elaboramos nosotras", comenta Casanova. Y no están solas en ello.

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Milena Plata. Foto: Óscar Pinal

La ilustradora madrileña Cris Domínguez colabora para elaborar las mascarillas. 

Ante la inactividad estas ourensanas no se quedaron de brazos cruzados y buscaron opciones de negocio."Quisimos ofrecer algo diferente ahora que todo el mundo las lleva, para que no parezcamos unos cirujanos", bromea. Sus principales canales de venta son la web "Trendon.me" y las redes sociales. En físico dos establecimientos en la ciudad y en Castro Caldelas venden Nako Mask: "Están gustando bastante, en Castro Caldelas nos sorprendió la acogida", expresa.

Casanova y Méndez, ante la  crisis social actual, tomaron una decisión para colaborar con el Banco de Alimentos: "Una parte de cada venta la destinaremos a esta entidad social porque vivimos en un momento en el que todos tenemos que arrimar el hombro", afirma. Sensibilizadas con el mundo animal, sus mascarillas con diseños perrunos contarán con una pequeña aportación para Progrape, la protectora de animales municipal.

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Aprovechando su negocio de ceremonias, la reinvención continúa. Ahora en plena "nueva normalidad" elaboran mascarillas personalizadas y, para ceremonias, crean unas especiales para el momento: "A las pocas bodas que siguen, se las ofrecemos a los novios o como un regalo para los invitados", resalta Casanova.

El confinamiento y su escasez en el mercado, impulsó estas dos iniciativas ourensanas

Una terapia

Milena Plata, antes de que se decretase el estado de alarma, comenzó a confeccionar mascarillas para el trabajo de su marido, fotógrafo de profesión. "Ya en aquel momento se notaba la escasez, por eso me puso a hacerlas para proteger a mi familia de alguna manera", recuerda. Ahí comenzó a buscar las normativas homologadas y tutoriales en internet para aprender: "Confeccioné unas 15 que me sirvieron de prueba para elegir modelo", señala. Al final acabó con un "mix" de todas ellas, que llamó la atención de conocidos que ahora se las piden. 

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Milena Plata. Foto: Óscar Pinal

Esta labor le sirvió de "terapia" durante el confinamiento, momentos de dudas y encierro: "Me sirvió para no angustiarme con todo lo que ocurría y terminó por gustarme lo qué hago", indica. Además rebusca con ahínco las telas que emplea en sus mascarillas: "Algunas son tailandesas o japonesas, así se garantiza algo diferente", resalta.

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