Edificios inacabados, viviendas en grandes urbanizaciones que no encuentran comprador, locales de negocio sin inquilino o empresas cerradas constituyen los nuevos 'paisajes de la crisis':

Los paisajes de la dura recesión

Edificios inacabados y macrourbanizaciones desiertas constituyen el ejemplo del boom inmobiliario que vivió la provincia en años anteriores y que se paralizaron con la llegada de la crisis. Aunque el desarrollo del sector no fue tan desmedido como en otras regiones, no faltan en la ciudad y en la provincia ejemplos de obras residenciales paralizadas o viviendas que cuelgan desde hace años el cartel de 'Se vende', aunque en muchos casos ya no es el promotor inicial el que lo comercializa, sino la entidad bancaria que lo ha embargado.
La crisis también ha hecho proliferar los locales cerrados por las calles de la ciudad, en las que sigue siendo frecuente ver carteles que anuncian 'liquidación por cierre'. En las zonas más céntricas, los establecimientos que bajan la persiana suelen encontrar nuevo inquilino relativamente pronto, pero no así los de los barrios o las calles menos transitadas, donde ahora nadie se interesa por establecer nuevos negocios.

También en el ámbito empresarial quedan las huellas de proyectos en los que en su día se depositaban las esperanzas de desarrollo de la provincia. La Central del Transporte del Polígono de San Cibrao, con más de 200.000 metros cuadrados construidos, sólo alberga una empresa. Mientras, del macroproyecto del Val da Rabeda, que prometía cuatro millones de metros cuadrados de suelo industrial y residencial, sólo queda un cartel a la entrada del citado Polígono, y una deuda millonaria en las cuentas de Xestur, que compró unos terrenos con los que hoy no sabe qué hacer.

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