en la ciudad

El parque de Concejo, ejemplo frente al de A Ponte o la Alameda

La Alameda de A Ponte no ha dejado contentos a los vecinos.
photo_camera La Alameda de A Ponte no ha dejado contentos a los vecinos (XESÚS FARIÑAS).
son muchas las tareas pendientes que quedan por resolver para que la ciudadanía pueda disfrutar de zonas verdes y de parques en condiciones.

El estado de las principales plazas o zonas verdes de convivencia vecinal de la ciudad de Ourense ha sido un constante tema de debate en los últimos años. Aunque el Concello sí ha hecho los deberes en algún punto del municipio, son muchas las tareas pendientes que quedan por resolver para que la ciudadanía pueda disfrutar de zonas verdes y de parques en condiciones.


Proyecto exitoso


Con la decisión de afrontar una reforma integral del Xardín do Posío para dar un giro de 180 grados a su aspecto, se quiere dar continuidad a acciones como la realizada en el anterior mandato en la Alameda do Cruceiro, una zona que pasó de ser un espacio totalmente degradado y con una sensación permanente de inseguridad a albergar el primer parque inclusivo de Galicia, con juegos novedosos como una gran tirolina, zonas diferenciadas por edades o espacios acuáticos que han transformado el parque. Esto fue posible gracias a un proyecto que contemplaba una inversión superior a los 700.000 euros, ejecutada por el Concello en colaboración con la Diputación, que firmó un convenio de cooperación para evitar que se perdieran los fondos.


Quejas


La colaboración institucional no fue suficiente, sin embargo, para conseguir un óptimo resultado en la Alameda da Ponte, cuya reforma ha dejado con muy mal sabor de boca a vecinos y comerciantes al entender que no se ofreció ninguna solución a los problemas del parque. En este caso, el Concello llamó a la puerta de la Xunta, que a través de la Consellería de Medio Ambiente destinó una partida de 232.000 euros para acometer un proyecto redactado por la administración local que pretendía recuperar la zona oeste, con problemas de filtraciones a los bajos comerciales, reparar los elementos perimetrales como vallado o cornisas, mejorar la accesibilidad, rehabilitar la fuerte o colocar nuevo mobiliario urbano. Los pontinos no han quedado nada satisfechos.


A la espera


Mientras, otro de los proyectos en cartera está relacionado con la Alameda do Concello, que acusa también el paso del tiempo y las escasas mejoras realizadas. Sin embargo, se encuentra, y seguirá durante al menos dos años más, con el condicionante de tener en el paseo central el edificio provisional construido para albergar a los comerciantes de la Plaza de Abastos mientras se realiza la reforma integral del mercado, una actuación que sigue enredada en la burocracia administrativa y sin fecha todavía de inicio. Así, la Alameda lleva ya ocupada más de dos años.

El anterior gobierno reconoció la necesidad de realizar una reforma integral de este espacio, algo que comparte el bipartito actual. Así, mientras se prolongue la estancia de la Plaza provisional, habrá tiempo para perfilar el proyecto para el espacio, al que se pretende dar continuidad con Bispo Cesáreo a través de medidas contempladas en el plan de movilidad como son las plataformas únicas, áreas en las que el peatón tiene total preferencia sobre los vehículos, lo que funcionaría a modo de prolongación de la zona histórica, realzando así también la Alameda do Concello. 


El mantenimiento de zonas verdes, también en jaque


El Concello de Ourense tiene entre manos también la renovación de la concesión de mantenimiento y cuidado de las zonas verdes de la ciudad, un contrato que acaba de cumplir dos años con la empresa Valoriza encargada del servicio y que el gobierno municipal decidió, a principios de este mes, prorrogar durante seis meses, una posibilidad recogida en el pliego, con el objetivo de ultimar el los requisitios del concurso que permitirá renovar una concesión fundamental para dar un giro al aspecto de los parques y jardines, muchos de ellos con clara falta de mantenimiento.

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