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La patata llegará un poco tarde este año

Quedará todavía en la tierra hasta bien entrado el mes de septiembre.

El año 2018 está siendo como unas atípodas de su predecesor. En el anterior las cosechas se adelantaron y llegaron muy mermadas como consecuencia de la sequía y las calamidades climáticas que fueron jalonando las estaciones, las heladas tardías de la primavera, las granizadas intempestivas y las olas de calor que hicieron de un verano seco una estación tórrida.

Este año, en cambio, pese a las olas de calor y a las lluvias que cayeron a mares durante la primavera y las primeras semanas del verano, patatas, castañas y uvas parecen venir con buena cantidad y seguramente muy buena calidad. La patata, que suele ser la primera recolección, en los últimos días de mes de agosto, quedará todavía en la tierra hasta bien entrado el mes de septiembre. Los agricultores del sector de la patata de A Limia calculan que la cosecha de 2018 superará los cien millones de kilos, una cifra que suele considerarse la frontera entre una cosecha normal y una abundante. Así que será una cosecha normal, aunque la previsión es que aumente la patata certificada por la IGP Pataca de Galicia. una cifra que crecerá exponencialmente, cuando las variedades Agria y fina de Carballo, mayoritarias, la primera en A Limia y la segunda en Bergantiños sean admitidas en la IGP. 

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