José Antonio Rodríguez Estévez, popularmente conocido en los ambientes del motor por "Peitos", marcó dos décadas del automovilismo ourensano y gallego. Su inquietud le llevó a montar, recién llegado del servicio militar, una compraventa de coches, para poco tiempo después abrir una tienda de repuestos en la esquina de las calles Greco y Remedios, la cual fue muy conocida en la época por distribuir para toda Galicia marcas emblemáticas como Ferodo o Sele. En ese momento ya había iniciado su vida deportiva, tomando parte por primera vez en una carrera, en la Subida al Pereiro en 1972, con un Alpine comprado a Cleherc (padre) y transformando su tienda en un taller, por el cual pasaron los pilotos y aficionados de la época que querían preparar sus coches. Volcado con el mundo de los rallys, en los años 80 abrió el popular pub "Sotiep", estando en la actualidad a caballo entre Ourense y Marbella, donde con Urbano Villanueva, ourensano y piloto también, comparten afición y recuerdos.
¿Cuál fue tu primer coche?
El primero fue un 4-4 que había sido de Conde, que estaba preparado y era precioso, el cual lo tenía que esconder por las noches en la calle General Franco para que no lo viese mi padre. Al cumplir los 18 años mi padre me compró un Glass, un coche alemán que me encantaba, tenía las marchas para atrás y corría. Aquel mismo año Antonio Reverter participaba con uno, haciéndome sacar el carnet de conducir mi padre. Cada vez que me quedaba sin pastillas de freno, tenía que utilizar después el freno de mano hasta que las nuevas llegaban de Alemania.
¿Qué otros coches has tenido y cual te ha gustado más?
Muchos, y sobre todo en la época de la compraventa llegué a tener hasta cuatro a la vez, el Alpine, un 124 Sport 1.600 y un Peugeot 404. Acabo de comprar un Re-nault Fuego y tengo un R10 como los que usaba la Guardia Civil y un Dyan 6. Pero mi preferido es un BMW 633 CSI que hace treinta años que lo tengo, cómodo para viajar y potente. Me gusta conducir a la vieja usanza, sin tanta tecnología que tienen ahora los coches, cambiando manualmente y, sobre todo, sentir el ruido del coche
¿Tu nombre siempre ha estado unido a “Chumbo"?
Viniendo de la Subida a la Saleta paramos en la carretera y coincidiendo con él. Empezamos a hablar y, al poco tiempo, hicimos con su ayuda un Rallye del Lacón con Carlos Ventura de copiloto, pero no terminó bien la cosa, porque en el tramo de Cabanelas, por mirar para Ángel Calvo que estaba en una curva bastante complicada, nos salimos de la carretera monte abajo.