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La plaga de la procesionaria ataca a pinares valdeorreses

Los nidos de procesionaria en O Barco.
photo_camera Los nidos de procesionaria pueden verse en las zonas altas de los pinos, en este caso de O Barco (J.C.).

Medio Rural prevé tratar cuatrocientas hectáreas de O Barco, Vilamartín, Rubiá y A Rúa

La plaga de la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) preocupa en Valdeorras. La oruga está presente en los pinares, pero también en algunos parques públicos de la comarca, amenazando  a mascotas y niños, que pueden sufrir sus pelos urticantes. Esta inquietud no pasó desapercibida a la Consellería do Medio Rural, que la combate desde hace años.

El citado departamento autonómico anunció que durante 2019 aplicará tratamientos en aproximadamente 400 hectáreas de Valdeorras. Desarrollará la campaña en montes de gestión pública de O Barco, donde tratará 63 hectáreas, repartiéndose el resto de la superficie tratada entre los concellos de Vilamartín, Rubiá y A Rúa.

Hace un año, fueron 342 las hectáreas de monte del Distrito Forestal XIII O Barco de Valdeorras-Trives sobre las que Medio Rural aplicó los tratamientos. En esa ocasión, se beneficiaron Carballeda y A Veiga.

El problema no es exclusivamente valdeorrés. Según indicaron fuentes de la Consellería, durante 2018 aplicó tratamientos en 3.280 hectáreas de los montes gallegos tratadas, unas actuaciones que tuvieron un coste de 200.000 euros y que los técnicos programaron en función de los resultados ofrecidos por las prospecciones. Estas determinan "o grado de infestación da procesionaria e poder así decidir a superficie onde se levará a cabo o trampeo".

Medio Rural indicó que la afección del insecto, a nivel gallego, "é pouca" y recordó que solo interviene en aquellos montes que son de titularidad pública. En todo caso, recuerda que los propietarios de pinares y los propios concellos pueden tratar sus plantaciones sin ningún problema, existiendo empresas que están especializadas en aplicar los tratamientos.

Las intervenciones son de dos tipos. Por un lado está el tratamiento fitosanitario, en el que se suelta un parásito que es ingerido por las larvas de la procesionaria, tras lo cual son afectadas por una bacteria intestinal que acaba con ellas. Estas actuaciones son realizadas en septiembre y octubre, cuando el tamaño de la larva es reducido. Un segundo método se basa en la colocación de trampas con feromonas sexuales que atraen las mariposas hembras para que no se puedan reproducir. Se colocan entre mayo y julio. 


O Barco tomó medidas contra la oruga


Las advertencias de usuarios del jardín botánico próximo a las piscinas del Paseo do Malecón llevaron al Concello de O Barco de Valdeorras a acometer la retirada de más de una docena de nidos de procesionaria. En este lugar, las orugas los formaron en los cedros. Su presencia suponía un serio peligro para los niños, que jugando pueden tocar los pelos urticantes, pero sobre todo para las mascotas. 

Todos los años, los veterinarios de la villa barquense tratan casos de perros afectados por la oruga. Pueden sufrir un shock anafiláctico solo con olerla y, si recogen alguna con la boca, corren el riesgo de padecer necrosis en la lengua.

El peligro es mayor entre los meses de enero y abril, cuando las larvas descienden de los árboles al suelo para enterrarse y resurgir, ya convertidas en mariposas. En caso de que alguna mascota se vea afectada por la procesionaria, su amo debe proceder inmediatamente al lavado con agua templada -el calor destruye la toxina- de la parte que contactó con los pelos y llevar el animal a un veterinario.

Las labores de retirada de los nidos fueron realizadas con el apoyo de los bomberos del parque de A Rúa, que cedieron la autoescalera para que los operarios pudiesen alcanzar las zonas altas de los árboles.

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