BALANCE DE LLUVIAS

La poca lluvia acerca los embalses a nivel de sequía

Los ríos llevan un 50% menos de agua de lo normal en estas fechas

La escasez de agua en las últimas semanas está pasando factura a los embalses y ríos de la provincia, que se acercan poco a poco de nuevo a los niveles mostrados en la etapa en la que se declaró la prealerta por sequía. El agua almacenada está muy por debajo de los porcentajes históricos de llenado por estas fechas e incluso a niveles inferiores de meses en los que el nivel de prealerta estuvo activado.

Pese a ello, el año hidrológico –de octubre de 2018 a septiembre de 2019– todavía presenta valores más o menos normales, aprovechándose del  mes de noviembre, que fue calificado como húmedo. Así, las grandes lluvias durante ese mes y la primera mitad de diciembre sirven ahora de colchón ante la escasez que está viviendo desde que se abrió el invierno. 

Desde la apertura del año hidrológico cayeron 448 litros por metro cuadrado, por debajo de la media histórica por estas fechas (494 l/m2), pero por encima de lo registrado el año pasado a estas alturas, cuando llegó a estar activo el nivel de "alerta". En enero de 2018 habían caído 330,4 l/m2, y en 2017, cuando se empezó a hablar de sequía, se habían registrado todavía menos precipitaciones (204 l/m2).).
Ourense afronta ahora unas semanas clave, ya que entre finales de enero y el mes de abril suele acumularse el grueso de las precipitaciones. 

En estos momentos, el balance hídrico, según los datos recogidos por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), señalan una reducción del 9% en la cantidad de lluvia respecto a lo que se considera "normal". A estas alturas, el promedio se sitúa ya cerca de los 500 litros, por encima del panorama actual. 

Los embalses sí que están sufriendo las consecuencias de la falta de agua de forma más drástica. Se encuentran al 56,4% de su capacidad máxima, con un descenso del 1,76% respecto a los datos de la semana anterior y ya prácticamente al mismo nivel que lo que había a principios de enero de 2018, con las alertas actividades (55,15% en aquel momento). 

De todas formas, ampliando las miras, el agua almacenada en las presas provinciales está un 11,91% por debajo de lo que debería ser a estas alturas del año, cuando la media se sitúa en un 68,3%.

También empiezan a mostrar índices que invitan a pensar en los pasos previos a la sequía los ríos ourensanos. El caudal que circula por ellos es ya un 51,1% inferior a sus cifras normales, con importantes reducciones en el río Caldo (-82%) y el río Limia en Xinzo (-72,2%). Ningún caudal está en cifras que inviten al optimismo. Así, los que mejor cara muestran son el río Avia  que sin embargo lleva al paso por Ribadavia y O Carballiño en torno a un 20% menos de lo habitual. 

A estas alturas, la Miño-Sil ya es la tercera cuenca hidrográfico con menor nivel de llenado de sus embalses en toda España, solo por detrás del Júcar y el Segura, en la región de Murcia. 

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