José Yáñez: “Pretendemos mostrar todo el potencial de la ruta de San Rosendo"

José Carlos Yáñez López.
photo_camera José Carlos Yáñez López.
Entrevista al profesor jubilado del departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Vigo. 
 

El Camino de San Rosendo es una de las iniciativas que cada vez está más presente en la agenda política, social y empresarial comarcal. Un itinerario que se presenta como oportunidad para promocionar la zona en pleno Año Santo y que, desde hace años, reivindica el Rotary Club de Ourense del que forma parte José Carlos Yáñez, natural de Entrimo y con raíces en Vilanova dos Infantes.

¿Qué relación tiene el Rotary Ourense con San Rosendo?

Es un proyecto que hace tiempo está en la agenda de los rotarios de Ourense, pero también de Portugal, donde están trabajando mucho. Hay un territorio, desde Santo Tirso (lugar de nacimiento de San Rosendo) hasta Mondoñedo (diócesis de la que fue obispo) con Celanova como epicentro, que ofrece multitud de opciones y que poca gente conoce. Más que un camino, porque no tenemos que limitarnos solo a los caminantes o peregrinos que vayan a Santiago, nos gusta hablar de una ruta de San Rosendo. Un término más amplio que comprende todo lo que hay en esta zona y que debemos promocionar.

¿Qué tiene en mente?

Proponemos mostrar y usar todos los recursos y potencialidades que tiene la zona a nivel turístico, y promocionarlo bajo el paraguas de la Ruta de San Rosendo. Celanova tiene que aparecer como la impulsora, la cabeza visible. Con la llegada del AVE, mucha gente de la meseta se bajará en Ourense y ahí tenemos que decirle: "Aquí tiene usted una zona, desde Oporto a Mondoñedo, donde puede conocer monasterios, disfrutar de la gastronomía, de la naturaleza, del termalismo...". En este punto, hay que poner de acuerdo a casas rurales, restaurantes, bodegas,… Hacer itinerarios, pero con gente que se lo explique bien, que les lleven a comer, a pasear por sitios diferentes. Que es lo que hace un turista cuando viaja. Y todo esto generará empleo, no solo guías turísticos, también en la hostelería, en el transporte,...

¿Qué papel debe jugar la iniciativa privada?

Tienen que implicarse, ofrecer paquetes comunes, organizar eventos y dar a conocer puntos concretos para que la gente amplíe sus estancias. Sería importante crear paquetes cruzados entre bares, restaurantes y hoteles, y que haya actividades complementarias de relajación, dinámicas ecológicas, plantaciones de árboles, carreras, andainas... También impulsar la colaboración interterritorial y para eso tienen que ponerse de acuerdo los ayuntamientos, incluidos los de Portugal. Hay que definir unos objetivos y seguir todos por ese camino. 

¿Qué falla?

No lo sabemos vender. Dale a un menorquín o a un canario un monasterio como el de Celanova y todos los turistas pasarían por allí, quisieran o no. Hay que ponerlo en valor como joya monumental que es, pero pasa lo mismo con Santa Comba de Bande. Si estuviera en los alrededores de Madrid abría que poner un cupo limitado de visitas y aquí tienes que pedirle el favor a una vecina para que te abra la puerta. Lo que pasa en la provincia de Ourense es escandaloso. 

¿Por dónde empezaría?

Dar a conocer el patrimonio entre la población local. Que los colegios lleven a sus alumnos a conocer los monumentos. Querer a su pueblo no es solo decir que eres muy ourensano y luego hacer calles estrechas y darle la espalda al río.

Lo que dice me recuerda a Allariz.

Se trata de hacer lo mismo que se hizo allí, pero con otro enfoque. Porque el rural desaparece. ¿Qué otras alternativas hay para la zona? Desde el Rotary Club no tenemos ningún interés especial, no vamos a sacar provecho ni rentabilidad alguna de esto. Queremos contribuir, luchar contra la despoblación del interior de Galicia. Si mañana viniera una empresa y abriese una fábrica para dar trabajo a 5.000 personas, no tendríamos que preocuparnos. Pero es que en la zona ya hay concellos en los que no se puede comprar el pan.

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