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Los productores de castaña recogen 10 millones de kilos

Trabajadoras de la nave de "Castañas Rafael", seleccionando las castañas.                                                                     J. C.
photo_camera Trabajadoras de la nave de "Castañas Rafael", seleccionando las castañas. J. C.
Las altas temperaturas y los hongos afectaron a los soutos de zonas situadas a menor altitud

Las lluvias de los últimos días fueron diluyendo la campaña de la castaña, que este fin de semana quedará cerrada prácticamente, salvo en algunas zonas de montaña. Los magostos particulares serán el destino de prácticamente la totalidad del fruto que falte por recoger de los sotos. Rematada la recogida, llegó la hora del balance. "No fue especialmente buena en cuanto a la calidad. Fue peor que el año pasado, que resultó excepcional, pero está por encima de lo habitual. En cantidad, varió según las zonas". Estas primeras estimaciones fueron realizadas ayer por Juan Fernández, el empresario valdeorrés que preside la Red Estatal del Castaño.

"Nas zonas baixas, a colleita foi máis mala que na montaña", explicó Xesús Quintá, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia. Atribuyó  esta diferencia a las temperaturas y al ataque de los hongos. Además, está la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), cuyos efectos ya causan pérdidas importantes en los sotos de la provincia de Lugo.

En las últimas semanas, los productores de la provincia recogieron aproximadamente 10 millones de kilos de castaña, según coincidiero en apuntar Juan Fernández y Xesús Quintá. La cantidad es importante y supone el 60 % del total gallego. En todo caso, no alcanza el volumen  que podrían generar los sotos ourensanos. "Se nota que va habiendo menos castañas", comentó Juan Fernández.

La caída de las temperaturas no llegó hasta hace apenas una semana, coincidiendo con la celebración de muchos magostos. Esta tardanza en hacer acto de presencia propició que el mercado estuviese "floxo", como apuntó el presidente de Castaña de Galicia. Hay que resaltar que la gran mayoría, en torno a un 70 % de la producción, viaja hacia el exterior, según las cifras que maneja el sector.

En los últimos años, el número de sotos abandonados va a menos. Al contrario que sucede con otras plantaciones, el rendimiento de los castaños es muy alto. Los precios a los que se pagó el kilo de su fruto suponen un importante atractivo para muchas familias, al oscilar entre 1,30 y los 2,00 euros. A esta fuente de ingresos hay que añadir la que suponen los salarios de los 400 trabajadores que estas semanas emplean las comercializadoras valdeorresas.

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