Opinión

¿Proyecto?

Yo tengo puesta la tele todo el día, aunque con el volumen bajo y a mi espalda. En realidad estoy escribiendo y no le hago caso pero su sonido si se trata de tertulias o series tipo CSI, Castle, o películas en las que no hay muchos tiros ni bombas sino que es gente hablando, me ayuda. Estoy como más relajado y escribo con más tranquilidad. Ya digo que es con el volumen bajo, y si oigo algo que me interesa me doy la vuelta y le presto atención.

El redactor publicitario que elaboró ese texto no ha pergeñado un proyecto en su vida, y por eso no sabe lo que es

Con las mismas el silencio, al contrario que ese tópico atribuido al escritor, no me deja escribir. Como tampoco la música, que me bloquea y me lo impide ya que acabo prestando más atención a la misma música. Quizá es que en realidad la música... me gusta demasiado. No sé.

Últimamente con esa oreja mía hacia un lado hay un anuncio de la tele sobre una colección de libros de Benito Pérez Galdós que me sorprende. Un anuncio que llama a Los Episodios Nacionales, el gran "proyecto" de Benito Pérez Galdós. ¡Uau! No sabía que fuera un "proyecto". Un proyecto es algo que la RAE dejando aparte significados que se refieren a perspectiva, ingeniería o arquitectura, define como "esquema o plan de un trabajo que se hace como prueba antes de darle forma definitiva". ¡Vaya! A mi los Episodios Nacionales, casi cincuenta novelas, no me parecen ningún esquema ni prueba de nada, sino una obra definitiva. Y cada vez que oigo eso de "proyecto" me rechinan los dientes. Y no quiero imaginar cómo le rechinarán a don Benito Pérez Galdós en la tumba. Ok, dejemos eso.

Pero todo tiene una explicación y yo como publicitario que fui la tengo. Va. El redactor publicitario que elaboró ese texto no ha pergeñado un proyecto en su vida, y por eso no sabe lo que es. Mucho menos ha hecho nunca ninguna obra completa, y con "obra completa" me refiero en su caso por ejemplo a una simple pajarita de papel perfectamente plegada y terminada como las que hacíamos en el cole aprovechando los breves descuidos del maestro cuando no nos vigilaba.
A los doce años mis amigos y yo nos dedicábamos a hacer pajaritas de papel en clase en Los Maristas de Ourense. Era como un deporte de alto riesgo actual. Sobre todo por si te pillaban. 

El reto era hacer la pajarita más pequeña posible sin pinzas ni lupa. Y el récord lo tenía mi amigo Carlos Campos que podía hacer en segundos una pajarita diminuta, elegantísima y perfecta ¡con un único cuadradito de aquellos blocs cuadriculados de los setenta! ¿Los recuerdan ustedes? Y Carlos, que es grandullón, tiene unos dedazos impresionantes. Alucina.
Pero Carlos tenía lo que le falta al redactor del que hablé antes: un proyecto, y la voluntad y el talento para hacerlo realidad.
El "proyecto" llama ese anuncio a los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. ¿En serio? ¡Menuda estupidez!

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