Cartas al director

PSdeG-PSOE

Hace ya años dije que en 1996 se rompió algo en la política española, y todavía sigue roto. Fue un cambio brusco, radical y repentino. Hagan memoria de las elecciones generales de ese año y lo verán. Para el PSOE, lo que vino después de esa fecha fué el desierto. Y no ha cambiado. Gobernó Zapatero años después, e hizo cosas, pero ya no era lo mismo. Y ahora gobierna Sánchez, y el partido prácticamente ha desaparecido. 
Sí, hay una puesta en escena espectacular, pero eso no es el socialismo. Tanto el PSdeG como el PSOE carecen de ese contenido. Es un partido de "señoritos". 
Una vez leí a Alfonso Guerra decir que para estar en política y hacer política hay que remangarse y meterse en el fango, en el barro, y mancharse. Y estos que están ahora de eso no quieren saber. 
Tal vez por eso dijo Felipe González hace unos meses que no se sentía representado por nadie del actual aparato del partido. A mí me ocurre lo mismo, no me reconozco en las voces que se manifiestan del partido. No se puede luchar por la gente que más lo necesita cuando tú eres un "señorito"que vistes ropa de diseño, viajas en un coche impresionante, y veraneas en un chalet de la playa. 
El socialismo es algo muy serio, significa sacrifício por los más necesitados, por los que más sufren. Pero para hacer eso tú tienes que ser uno de ellos. Se acuerdan de los "descamisados"?Eran Felipe y Alfonso y los demás compañeros que hicieron posible, ellos sí, un verdadero cambio de paradigma y de mentalidad en este país. 
Lo que vino después, y lo que hay ahora, ni los representa a ellos ni representa a quienes han dedicado muchos años de su vida a luchar contra la marginación y la opresión desde un partido que además de socialista, todavía lleva el nombre de obrero en sus siglas.