La concejal del PSdeG-PSOE continuó argumentando que los vecinos están pagando por un servicio que están recibiendo "en malas condicións" y que les obliga a comprar agua para beber y cocinar.
Los problemas de turbidez que presenta la traída de agua de Rubiá movilizan desde hace meses a la oposición socialista. Tanto es así que la portavoz del grupo municipal, Raquel Méndez Ramos, presentó un escrito en el Concello solicitando que se descuente "a parte que corresponda ó consumo medio estimado dos días que a auga xae mal" de los recibos.
La concejal del PSdeG-PSOE continuó argumentando que los vecinos están pagando por un servicio que están recibiendo "en malas condicións" y que les obliga a comprar agua para beber y cocinar.
Raquel Méndez explicó que los vecinos llevan "demasiado tiempo" observando cómo de sus grifos sale un agua turbia, "de cor marrón a maior parte dos días, e con mal sabor". También avisó al alcalde del PP que llevará el problema a la Xefatura Territorial de Sanidade.
