REPORTAJE - OURENSE

Pues sí, sigue habiendo pesetas

Manel González cuenta algunos de los billetes de peseta que aún se admiten a la hora de comprar en la Plaza; y María José Díaz, de Worl Shoe, en calle La Paz, muestra las ultimas pesetas recibidas en su local.
photo_camera Manel González cuenta algunos de los billetes de peseta que aún se admiten a la hora de comprar en la Plaza; y María José Díaz, de Worl Shoe, en calle La Paz, muestra las ultimas pesetas recibidas en su local.

Camino de los 20 años de su desapararición como moneda de cambio en nuestro país, las pesetas siguen circulando todavía en algún que otro comercio de la ciudad, como es el caso de la Plaza de Abastos número 1.

Aunque vamos camino de los 20 años desde que la peseta dio paso al euro como moneda oficial de compra y venta en las transacciones comerciales dentro del territorio español, todavía siguen siendo de curso legal en algunos establecimientos de la ciudad. Es el caso de la Plaza de Abastos, donde todavía hay quien realiza parte de sus pagos con la emblemática moneda. Tendrán que darse prisa, porque el 31 de diciembre de 2020, el Banco de España dejará de recoger pesetas.

"Durante el pasado año 2018 acumulamos alrededor de 200.000 pesetas, todavía es dinero pero bastante menos que hace unos años en que la media anual se situaba en las 500.000 pesetas o incluso más", explica Manel González, de Cárnicas Milucho, uno de los locales del Mercado que mantienen la tradición de admitir pesetas para adquirir alguno de sus productos. Explica, de todos modos, que "no somos un establecimiento de cambio de moneda", una labor que sigue realizando el Banco de España. El problema es que para poder hacerlo hay que trasladarse a A Coruña, por lo que quienes todavía conservan billetes de peseta en sus casas... o se los encuentran, deciden invertirlos en el Mercado.

Según apunta este carnicero de la Plaza de Abastos, al contrario de lo que podría pensarse "no son mayoritariamente personas mayores las que te sacan esta moneda; en muchas ocasiones, más de las que se piensa, son personas jóvenes las que acuden con pesetas". Gente que se ha encontrado con los viejos billetes en algún cajón o mueble de sus padres o abuelos.

Desde que se puso en marcha esta iniciativa, hace cerca de 10 años, "habremos canjeado más de 50.000 euros", según apunta el gerente de la Plaza, Alberto González. 

Una de las notas destacadas en este último año ha sido que "llegan cada vez billetes más grandes, de  10.000 pesetas o así", señala Manel González. Considera que es "otra forma de dar servicio a la gente, porque es una opción más". Y añade que a los industriales de la Plaza les abre la puerta "a captar nuevos clientes, personas que no se acercaban aquí habitualmente pero que lo hacen para dar uso a ese dinero que tienen sin utilizar".

Hay incluso personas que "abren su propia cuenta con, por ejemplo, esas 30.000 o 50.000 pesetas, y se le van restando de la cuenta a medida que vayan gastando", explica el placero.


Enterradas en fincas o en un agujero en la buhardilla


La Plaza de Abastos no es la única posibilidad de dar uso a la peseta. Existen otros dos refugios para esta moneda, ambas zapaterías, una situada en la calle Lamas Carvajal y la otra en la calle La Paz. María José Díaz Garrido es la dueña de este último establecimiento, "World Shoe", y recuerda que, en los primeros años, "había muchísima gente con pesetas guardadas; nos hicieron comentarios de personas que lo tenían en agujeros en buhardillas, en fondos de armarios... Incluso hubo un caso de una persona que tras comprar una casa, llevó uno de los muebles a restaurar y encontró escondida en un sobrefondo de un armario una cantidad importante, hablamos de millones de pesetas, y se lo dieron al dueño de la casa".

También hubo casos de "personas con dinero enterrado en fincas o aquel que había escondido billetes de 500 pesetas en agujeros en una buhardilla por miedo a lo que pudiera pasar, cuando se anunció el cambio de moneda. Cuando vio que nosotros cobrábamos todavía en pesetas, fue cuando las sacó".

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