El Concello de Punxín confía en poder organizar en diciembre un homenaje a Benigno Quiroga Fernández, nacido en el municipio y que legó parte de su herencia para la creación de una escuela pública en los albores del pasado siglo XX, y que todavía se mantiene como colegio en la actualidad. Uno de los antiguos alumnos de la misma, Eulogio González Barreiro, apunta que "a nosa intención inicial era á de facerlle unha homenaxe este pasado sábado, 31 de agosto, coincidindo coa celebración do Día Internacional da Solidaridad, pero non pudemos recabar toda a información suficiente para elo".
De Benigno Quiroga se sabe que nació en Punxín y que emigró muy joven a Chile, donde inicio sus trabajos en el sector de la explotación y comercialización de la salitre, llegando a ser propietario de las empresas salitreras Diana e Iris, esta última ubicada en el cantón de Lagunas y que estuvo operativa entre los años 1914 y 1955 y que, además, fue declarada Monumento Histórico Nacional de Chile en 1990 por su valor patrimonial y ser testimonio de la industria de comienzos del siglo XX. Benigno Quiroga, que falleció en Chile en el año 1916, dejó en su testamento un legado importante, "xa que o 15% dos seus bens deberían servir para a creación dun grupo escolar laico en Punxín", recuerda Eulogio González. Tras su muerte, su viuda, Leona Urriticochea creó la Fundación Benigno Quiroga, que gestionó la apertura del colegio en el curso 1923-1924, y que todavía acoge alumnado de Punxín como escuela unitaria.
