PAPELES DEL ROCK

Púrpura ardiente

Deep Purple, una de las grandes bandas del hard rock–heavy metal británico.
photo_camera Deep Purple, una de las grandes bandas del hard rock–heavy metal británico.

Hace 45 años, el mundo del rock esperaba con gran expectación la salida de un disco que hoy podemos colocar entre los más grandes de la historia del rock duro

En los primeros meses de 1974 el rock vivía un momento sumamente controvertido. La industria del disco entraría ese año por primera vez en recesión como consecuencia de la crisis energética del otoño de 1973 derivada de la guerra árabe-israelí, la conocida como guerra del “Yon-quippur”, pero sin embargo, los efectos de esa recesión, que afectaba directamente a la fabricación de vinilos, aún tardarían en notarse. En esos primeros meses de 1974, Bob Dylan y Black Sabbath recorrían América en gira, el glam-rock de David Bowie, Slade y The Sweet en Inglaterra por un lado, y de Alice Cooper y los emergentes Kiss en América por otro se mantenía en buena forma y los dinosaurios del rock sinfónico aún vendían grandes cantidades de discos y de tickets para sus conciertos.  

En esa época, hace ahora 45 años, el mundo del rock esperaba con gran expectación la salida de un disco que hoy, con la perspectiva del tiempo, podemos colocar entre los más grandes de la historia del rock duro de la década de los años 70 del siglo XX. Supuso un cambio más que notable en la evolución musical de una de las grandes vacas sagradas del hard rock proto-heavy metal de los 70, Deep Purple, y dejó para la historia un álbum que al escucharlo hoy, en su 45 aniversario, conserva toda su calidad, dureza, vigencia y fuerza creativa. Era el 25 de febrero de 1974, y ese día todas las tiendas de discos mas importantes del mundo abrían las puertas de sus almacenes a una cajas con el sello y anagrama de la EMI Odeón en las que se contenían las copias del nuevo disco de estudio de Deep Purple, ‘Burn’.

Apenas seis meses antes, la situación de Deep Purple, una de las grandes bandas del hard rock–heavy metal británico, considerados junto a Led Zeppelin y Black Sabbath la trilogía sagrada de los inicios del rock duro contemporáneo, sin embargo era muy conflictiva y pudo estar próxima a la ruptura. El legendario “Mark II” de Deep Purple, la formación que había grabado obras maestras de la categoría de “Child In Time”, “Speed King”, “Highway Star”, “Strange Kind Of Woman” o el celebérrimo “Smoke On The Water” se rompía en el verano de 1973. Su carismático cantante Ian Gillan, enfrentado de manera irreconciliable a Richie Blackmore y el bajista Roger Glover, exhausto por el agotador ritmo de giras que el grupo tenía que acometer, abandonan el grupo. Hay que encontrar pronto un reemplazo adecuado para ambos músicos pues el contrato discográfico exige la entrega de un nuevo álbum antes de la primavera de 1974 y con independencia de obligaciones contractuales, el grupo arrasa por cada escenario por el que pasa y a nadie se le ocurre matar en ese momento la gallina de los huevos de oro. 

En el otoño de 1973 Deep Purple tienen ya recompuesta su nueva formación. Un jovencísimo y prácticamente desconocido vocalista de Yorkshire llamado David Coverdale es el elegido para suplir la baja de Gillan. A pesar de su juventud, ya se ha forjado una carrera como cantante en bandas como Vintage 67 (1966–68), The Government (1968–72) y Fabulosa Brothers (1972–73). De hecho, cuando la banda recibe en su oficina una cinta de cassette con las canciones de blues que David ha grabado para optar a ser cantante del grupo, Jon Lord recuerda a ese adolescente todavía con acné juvenil que les teloneó en un festival de verano en 1969 y que le pareció todo un diamante en bruto. Pero como aunque David Coverdale posee una voz propia de una verdadera estrella, pero quizá necesita ser modulada y no se sabe a ciencia cierta como puede funcionar en directo, se opta por llamar a Glenn Hughes, conocido por su trabajo en Trapeze, una excelente banda de ese blues progresivo inglés de finales de los 60, quien además de ser un reputadísimo bajista, es un gran cantante. Entre los dos se establecerá un tándem vocal excepcional, gracias al cual Deep Purple vivirá una ciertamente breve pero fantástica nueva edad de oro tras la edición de ‘Burn’. 

Este disco se grabaría durante el mes de noviembre de 1973 en un escenario que ya les era familiar: Montreux, Suiza y la unidad móvil de grabación de los Rolling Stones, la mítica “Mighty Mobile”, exactamente igual que cuando registraron ‘Machine Head’ en 1971-72. Será un álbum en el que por un lado, Deep Purple querrán marcar distancias con el estilo que imprimió la anterior formación, y en base a ello, se mostrarán muy permeables a las ideas de Glenn Hughes, con lo cual su sonido, sin abandonar el hard rock en modo alguno, se abre a una sonoridad mas fronteriza con el blues clásico – “Mistreated”- el boogie-rock que tan magníficamente cultivará más tarde David Coverdale en Whitesnake –“Lay Down, Stay Down”- el rock impregnado de soul-funk – “Sail Away”- o la experimentación instrumental que Jon Lord aporta en “A 2000”, una pieza a medio camino entre el rock cósmico y el blues progresivo. Pero para que a nadie le puedan caber dudas, “Burn”, “Might Just Take Your Life” y “You Fool No One” dejan bien a las claras que Deep Purple siguen siendo por encima de todo, una banda de puro hard rock. 

‘Burn’ llegó en febrero-marzo de 1974 al nº3 de las listas de ventas oficiales de álbumes en Inglaterra, al nº9 de la lista oficial de Billboard en Estados Unidos y fue nº1 en Alemania, Austria, Dinamarca y Noruega y fue doble disco de oro en Estados Unidos en julio de ese mismo año. Presentaron esta auténtica masterpiece en una extensa gira por Estados Unidos desde comienzos del mismo mes de febrero hasta mediados de abril, gira en el transcurso de la cual tuvo lugar su mítica participación en el California Jam Festival ante más de medio millón de personas junto a Rare Earth, Eagles, Earth Wind & Fire, Black Oak Arkansas, Black Sabbath y Emerson, Lake & Palmer, actualmente editada en disco y DVD. Giraron poteriormente por toda Gran Bretaña en mayo de 1974.

Sin embargo, ‘Burn’, el gran álbum del ‘Mark III’ de Deep Purple, el álbum que les devolvió a lo más alto de su popularidad y merced al cual recuperaron la vitola de grandes leyendas del rock, llevó en su seno la semilla de la discordia. Richie Blackmore chocó frontalmente con el resto del grupo cuando cara a la grabación del siguiente disco, se quiso continuar con esa línea de fusión del hard rock con ritmos más funk, soul y blues. ‘Stormbringer’, que siguió esas pautas, abrió más todavía la brecha entre el guitarrista y el grupo, y cuando terminó en París la gira europea de Deep Purple el 7 de abril de 1975, Richie Blackmore anunció que abandonaba la formación para empezar con Rainbow, el grupo que liderará hasta la actualidad. La entrada de Tommy Bolin en lugar de Blackmore lejos de reconducir la situación agravará aún más los problemas y un año más tarde, en el verano de 1976, Deep Purple se separarán oficial y definitivamente. 

Nunca Deep Purple volverían a ser tan heterogéneos, innovadores y fuertes como en este ‘Burn’ del que hoy celebramos su 45 aniversario. ¿Se les ocurre un motivo mejor para volver a disfrutarlo?

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