Si las aceras son estrechas, los coches que aparcan en ellas no dejan ni espacio para salir de los portales, pero si son anchas, y para no llamar mucho la atención al dejar el coche en doble fila, algunos deben pensar que es un espacio desaprovechado y no se les ocurre mejor idea que montarse en ellas su parking particular. Y eso ocurre habitualmente en la calle Gómez Franqueira, en A Ponte, como muestra la imagen tomada el viernes día 8 de noviembre.
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