Feijóo se comporta mejor al contraataque cargando contra el bipartito que hilvanando su discurso y la oposición se lo pone demasiado fácil al no haber sido capaz de afrontar una renovación seria

¿A quién le damos las llaves?

La pregunta es sencilla y casi a modo de chiste: en el caso de que se agarre una buena cogorza y esté cenando con Feijóo, Méndez Romeu, Beiras, Jorquera y Stevie Wonder, ¿a quién le dejaría las llaves del coche? El líder de los populares lo llevaría por el camino más largo, aunque usted acabaría convencido de que ha tomado un atajo.
El recién estrenado portavoz del PSdeG conduciría con una delicadeza supina, aunque quizá no llegase a la primera a su destino. Con el veterano portavoz de AGE, aunque tomase la carretera acertada, tardaría más tiempo en desnucarse en la cama porque es imposible dejar de escuchar su discurso afilado. Seguramente, con Francisco Jorquera invertiría el mismo tiempo porque antes de coger el volante consultaría varios mapas para no malgastar un metro. Siempre le quedaría la oportunidad de viajar en taxi escuchando a su lado al gran Stevie Wonder.

Pasó el debate sobre el estado de la autonomía y seguimos con el coche en el mismo sitio. 'Igual de mal, igual de bien', como canta el grupo ferrolano 'Los Limones', que incluso le prestaron una canción para la campaña electoral de Feijóo. El presidente gallego hilvanó un discurso más bien plano por la mañana a la manera de un corta-pega de las notas de prensa de los consellos de la Xunta, pero por la tarde, en el turno de réplica después de escuchar la alocución de los demás portavoces parlamentarios, se sacudió las arrugas del traje porque se encuentra muy cómodo al contraataque, cargando contra el bipartito en vez de mirar a la carretera del futuro. La oposición se lo ha puesto demasiado fácil al no ser capaz de acometer una renovación seria en las listas. Méndez Romeu es un gran orador, pero lo persigue su pasado; Beiras es inasible dialécticamente, pero ya no está Fraga para contrarrestar su potente e hiriente pegada. Feijóo es un provocador. Incluso llegó a decirle que está 'un poco atrasado na historia económica e na historia social de Galicia', apoyándose en su imprescindible estudio 'O atraso económico de Galicia'. Con Jorquera, Feijóo tira de Zapatero y del apoyo del BNG a su Ejecutivo para intentar desquiciarlo. Sentados en la tribuna de invitados del Hemiciclo gallego estaban al lado de José Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense, el nuevo secretario del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y el nuevo portavoz nacional del BNG, Xavier Vence. 'La oposición real a Feijóo', bromeó una persona que siempre tira a dar.

Es consciente el personal de que el debate quedó depauperado porque todo el mundo desearía ver a Besteiro y a Vence aguijoneando a Feijóo, ya que son ellos los que marcan la ruta de estos dos partidos.

Beiras cumplió el guión con las dos patadas dialécticas que le propinó a Feijóo, al que calificó de inculto para acabar invitándolo a un café. El presidente gallego aceptaría si es 'descafeinado' como fue el debate.

Fue un día malgastado porque el que el que tiene las llaves del juguete dice una cosa, la oposición la contraria y volvemos a empezar. Hasta Xavier Vence reconoció que 'Feijóo é un fenómeno porque parece que cré no que di aínda que non sexa certo'.

En la puerta del Parlamento los afectados por las preferentes y los emigrantes retornados a los que les quieren tocar los ahorros del trabajo de una vida aguantaron el persistente aguacero para que su voz llegase hasta el Hemiciclo. Como oír llover porque Feijóo se siente cómodo ya que tiene las llaves de la mayoría absoluta.

Te puede interesar