CULTURA

El Quijote en romanés, esperanza para 14 millones de personas

photo_camera Una de las dos firmas autógrafas de Miguel de Cervantes.

La Asociación Nacional Presencia Gitana, Manuel Martín Ramírez, ha impulsado la traducción d la obra cumbre de Cervantes como símbolo de reconocimiento.

La traducción del `Quijote` al romaní se ha convertido en la más firme esperanza para el reconocimiento y la supervivencia de esta lengua hablada por 14 millones de personas, explica el impulsor del proyecto y presidente de la Asociación Nacional Presencia Gitana, Manuel Martín Ramírez.

Como padre del proyecto de traducción, que concluirá el próximo año, Martín no disimula en una entrevista con Efe su ilusión porque el romaní pase a ser una las innumerables lenguas en que pueda leerse la obra inmortal de Cervantes.

"Si el romaní se fija en una obra como la de Cervantes o la de Shakespeare, entonces existirá", asegura el responsable de la principal entidad, que representa al cerca de millón de gitanos españoles.

La búsqueda para encontrar una reparación histórica a la marginación sufrida por esta lengua, proscrita en España en 1616, ha sido incansable, según Martín.

`El Quijote` con acento gitano presentado el pasado miércoles la sede del Instituto Cervantes de Alcalá de Henares, cuenta el presidente de la asociación, no puede entenderse como ocurrencia nacida al calor de la conmemoración del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, según el presidente de esta asociación, sino como un anhelo que ha esperado muchos años para ver la luz.

"Acariciamos el proyecto desde 1978, cuando los padres de la Constitución no atendieron nuestra demanda de que se reconociera el romaní como una de las lenguas de España, con el argumento de que no tenía un territorio concreto", cuenta.

Esta lengua milenaria neoindia sigue vigente para la comunidad gitana en muchos países del Mediterráneo, Centroeuropa, Estados Unidos, Canadá o zonas de África.

Precisamente, la unificación de los diferentes dialectos del romaní es la dificultad principal que afrontan los lingüistas que participan en la edición de `El Quijote` en ciernes.

"El proyecto se impulsó en 2004, durante la reunión que mantuvimos en Budapest con el ministro de Minorías, que era gitano, aunque es ahora cuando hemos podido constituir un equipo de expertos de garantía", añade Martín.

Al frente de la edición, que será publicada en soporte papel y digital y estará ilustrada con litografías y dibujos del pintor austríaco Anton Winkelhöfer, está el escritor y traductor Jorge Martín Fernández Bernal, nieto de gitanos rusos.

"Es un trabajo ingente la unificación de las diferentes ramas dialectales, pero con la adaptación de la grafía a la fonética de cada país la obra resulta enormemente fácil de entender", sostiene el dirigente de Presencia Gitana.

En lo que a él respecta, Martín aguarda con especial impaciencia leer en romaní pasajes de la novela como la aventura de los Galeotes, donde Cervantes deja constancia de la discriminación que sufrían los gitanos.

"Los galeotes eran condenados a remar en las galeras por dos motivos: haber cometido un delito o ser gitano; y Don Quijote se rebela contra los justicieros que apresan a los gitanos de entre 15 y 55 años para remar", explica Martín.

La edición en romaní de la novela, una de las obras más traducidas de la historia junto a la Biblia, constará de dos volúmenes y verá la luz el 23 de abril de 2017.

"El compromiso es presentar en esa fecha la primera parte de `El Quijote`, como despedida y cierre al homenaje rendido al autor durante este año", concluye el responsable de Presencia Gitana.

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