El sentido común ha primado en Asturias finalmente. Después del aplazamiento con apenas diez días de margen para su disputa en la fecha inicialmente prevista, el Rally Princesa de Asturias saltará a las carreteras del principado durante el fin de semana del 23 y 24 de octubre, un mal menor teniendo en cuenta las últimas cancelaciones y el pesimismo reinante hace solo diez días.
La organización de la cita asturiana tendrá que hacer una serie de cambios en el protocolo que marca la consejería de Salud para adaptarse a la "nueva normalidad". De esta forma se garantiza la viabilidad de una prueba que ya contaba con más de un centenar de inscritos en su primera fecha y que devolverá las carreras a las carreteras de una comunidad con profunda tradición automovilística.