El Rally de Suecia coquetea con la cancelación, ¿en qué otras ocasiones sucedió?

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El rally del país escandinavo solo se suspendió en dos de sus 67 ediciones disputadas, solo una de ellas por la ausencia de nieve y hielo sobre sus pistas

A la espera de la decisión que tome la FIA el día 3 de febrero, sobre la suspensión del Rally de Suecia por ausencia de nieve, todos los ojos se sitúan en el parte meteorológico que ofrecen los móviles de medio mundo. Karlstad, Hagfors, Torsby y otros lugares emblemáticos de la cita escandinava se han convertido en puntos de consulta constante, a la espera de un cambio de condiciones que al menos favorezcan la creación de hielo.

Porque si la nieve es prescindible, el hielo no. Si no se produce esa congelación de las pistas de gravilla suecas el rally no se celebrará, por mucho que la afición al mundo del motor quiera (queramos) que eso suceda. Las previsiones a medio plazo hablan de una bajada de temperaturas generalizada en los próximos días, lo que causaría el efecto deseado, algo que se complementaría con el paso de camiones de agua que rociarían las pistas para formar esa capa mínima para que los neumáticos de clavos rueden. Distinto será el acortamiento o cancelación de especiales por seguridad.

En ese sentido, el Rally de Suecia solamente se ha cancelado en dos ocasiones de las 67 disputadas y solo una de ellas por la ausencia de manto blanco sobre las carreteras del país. En el año 1974, la crisis del petróleo impidió la celebración del evento y en 1990, las altas temperaturas en los países del norte de Europa obligaron a suspender el Rally, justo en el que Carlos Sainz logró su primer título Mundial con Toyota.

Sin embargo, fueron varias las ediciones que estuvieron en peligro o sufrieron los daños de la ausencia de frío en Suecia. En el año 88, en el segundo año post grupo B y en lo que fue la despedida del Lancia Delta HF 4WD  (el último de los grupo A estrechos) antes del estreno en Portugal del Integrale con su undécimo título en una prueba del mundial, la gravilla el hielo y la nieve húmeda fueron las protagonistas.

El vencedor de la prueba, Markku Alen reconocía la dificultad de una prueba en la que lo único que podía hacer era "rodar con mucho cuidado". En ese agitado año 88, el equipo Mazda había llegado a Suecia en medio de los habituales problemas que sufrían, con solo dos de los tres coches que iban a participar en principio en la línea de salida y con importantes bajas entre el equipo técnico.

En esa edición, de los 36 tramos y 491 kilómetros cronometrados se disputaron todos menos uno, el 20, que discurría sobre un lago helado y tenía varias zonas de charcos (mal asunto).


Las temporadas 97, 98 y 2000


La llegada de los WRC devolvió el calor a Suecia. En la temporada 97, nuevo riesgo de cancelación. En esa edición, sin casi nieve, con el hielo derritiéndose y con la inesperada presencia de la lluvia (sí lluvia), el rally se convirtió curiosamente en uno de los más emocionantes de toda la temporada, con cambios constantes de líder (ninguno de los gallos superó los cinco tramos seguidos en cabeza).

Tal fue el impacto de la lluvia que el segundo día se corrió sobre gravilla casi en su totalidad. De ese atípico rally salió victorioso un piloto local, Kenneth Ericsson, con un Subaru Impreza WRC.

Y en el año 1998, nieve pero no hielo. Las temperaturas las semanas previas en la zona de Karlstad fueron de varios grados sobre cero, por lo que el rally se disputó casi de manera íntegra sobre una fina capa de nieve, pero sin el necesario apoyo del hielo para la efectividad de los clavos, algo de lo que habla Carlos Sainz en el vídeo de Canal+ de esa temporada (minuto 10). En la batalla entre marcas y neumáticos el gran triunfador fue Michelin, que estrenaba un compuesto denominado GE que se destapó como clave.

En esa edición que se llevó Tommi Makinen con el Mitsubishi Lancer Evo IV ya se hablaba del stress de los organizadores por el cambio climático, que miraban al cielo constantemente ante unas condiciones tan cambiantes que variaban de hora en hora.

El 2000 podría haber pasado por un rally de tierra  y hielo en Suecia. La edición con menos nieve que se recordaba (aunque parezca mentira), tuvo especiales casi enteras sin nieve (especialmente en la segunda jornada), con una fina capa de hielo en algunas zonas.

Esa temporada, el vencedor fue Marcus Gronholm con el Peugeot 206 WRC, en la que fue por aquel entonces, la edición más rápida de la historia con una media superior a los 116 kilómetros por hora.


En 2005, ¿Karlstad el lugar ideal?


Es la reflexión constante desde mediados de los 90. ¿Es Karlstad el lugar ideal para acoger una prueba sobre nieve? En la temporada 2005, después de varias campañas sin apenas problemas con la meteorología, volvió la nieve húmeda y la gravilla. En la despedida de Corrado Provera de Peugeot, las carreteras de la prueba no tenían apenas nieve y hielo a 24 de la celebración del rally, especialmente en la zona de Hagfors. 

Finalmente el rally se disputó con varias modificaciones. Aquel curso dos de las especiales de la tercera jornada fueron acortadas por seguridad debido a la falta de condiciones aceptables para la celebración de la cita.


Y en 2016, al borde del desastre


El adiós de la generación 1.6 y 300 caballos de los WRC tuvo a Suecia al borde del desastre máximo. De nuevo sin nieve en las carreteras, (son espectaculares las imágenes de las carreteras y bosques suecos sin una gota) a falta de una semana la organización canceló ocho especiales, que finalmente fueron nueve al no haber condiciones de seguridad en la número 20.

Las difíciles condiciones pusieron a prueba a todos los participantes, que tuvieron que batallar sobre pistas empapadas y con grandes balsas de agua en algunos tramos. En otros, por suerte, la nieve (poca) hizo acto de presencia y permitió disfrutar de la competición a duras penas. 

El vencedor de esa temporada, el galo Sébastien Ogier sufrió una salida de carretera por culpa de uno de esos charcos, aunque la fortuna estuvo de su lado.


¿2019? Toca esperar


Tal y como afirmó la FIA, la decisión final se tomará el 3 de febrero. Si el hielo hace acto de presencia se valora permitir a los equipos utilizar un mayor número de neumáticos para afrontar la prueba con garantías. Si la nieve llega, congela las pistas y cuaja, todo con normalidad. Si no hay nada de eso, tocará quedarse en casa, con el más que evidente perjuicio a los aficionados que se desplazarían a Suecia y para la organización, que verían irse por la borda el trabajo de un año.

Previsión tiempo Karlstad

Previsión tiempo Torsby

Previsión tiempo Hagfors

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