Ramos y política, ¿sí o no?

Domingo de Ramos en la ciudad y propaganda electoral al fondo, en el parque de San Lázaro (JOSÉ PAZ).
photo_camera Domingo de Ramos en la ciudad y propaganda electoral al fondo, en el parque de San Lázaro (JOSÉ PAZ).

La campaña electoral se mete de lleno en la Semana Santa. También en las procesiones. La borriquita salió de San Lázaro, empapelado estos días con carteles de todos los partidos. Algún candidato bendijo su palma en Ramos.

La semana más importante del año", reza un cartel de la Diócesis de Ourense que anuncia los actos de Semana Santa. Si no fuera por la imagen de Jesucristo, el lema podría pertenecer a cualquier partido político que apura la cuenta atrás para pedir el voto, en plena campaña electoral.  La semana más importante. 

Hace unos meses, la rumorología popular decía que Pedro Sánchez convocaría elecciones este Domingo de Ramos. El país se llevó las manos a la cabeza, más en el sur. En Andalucía estas celebraciones religiosas se celebran con mucha más intensidad que en cualquier otra parte de España. Pero más allá de lo que suponen las conexiones religión-política, los del sur tenían razón. Numerosos colegios electorales serían también las sedes de las hermandades y cofradías de Semana Santa. Un caos que volvería locos a creyentes y ateos. Con todo, la campaña electoral coincide finalmente con numerosos actos de Semana Santa. ¿Está bien que los políticos participen en estos actos y se dejen ver mientras hacen campaña? ¿Hablan los ciudadanos de política en la procesión de Ramos? En el paso conocido coloquialmente como el de la "borriquita", que salió ayer a las 11,30 horas desde el parque de San Lázaro hasta la Catedral de San Martiño, hubo un poco de las dos cosas. 


"Es mejor que no mezclen"


"Que pidan el voto en estas fechas...No sé, es mejor que no mezclen. No es muy católico ni muy ético. En campaña electoral tienen que hacer sus actos pero respetar también el tema religioso. Por mi parte, escucho conversaciones de todo tipo. Es normal que se hable de política aunque sea un acto así. Pero hay gente que está todo el día "bum, bum", yo no", cuenta Esteban Sánchez, un ourensano que se acerca a la procesión con su mujer. 

"Coincidió así, la campaña electoral y el Domingo de Ramos. Hay tiempo para todo, pero yo no hablo de política en este acto", dice Manuel Fernández, que lleva a sus niñas al paso de la "borriquita".

Alexander Fernández se queja: "No me parece bien nada que tenga que ver con la política ni nada de los políticos. Cada día son peores. En ningún momento vengo a un acto de estos para hablar de políticas. Hoy, por ejemplo, hay motos. Prefiero hablar de ello, de deporte, de los niños... De política no es mi caso, desde luego".

Justo después de bendecir las palmas y los ramos de los ourensanos, el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, tranquiliza: "No se piensen que porque no les haya llegado una gota de agua a los ramos no están bendecidos. Por favor, no piensen eso". Aquí importa otra cosa. 

Con todo, hubo participación política. Jesús Vázquez, el alcalde de la ciudad–siempre asiduo a estos actos– llegó al parque de San Lázaro a las 11,30 horas. Allí se juntó con Celso Delgado, el número dos del PP al Congreso. Los dos fueron detrás de la comitiva, con sendas palmas y ramos, hasta la Catedral. Inés Iglesias, la candidata de Ciudadanos al Congreso, también se dejó ver con su ramo a la entrada de la Catedral. Ambos partidos quisieron contarlo, con imágenes, en sus redes sociales.

El propio obispo de Ourense agradeció la presencia de "autoridades" al inicio de la misa en la Catedral, mencionando al alcalde de la ciudad. Una hora antes, la imagen de Jesucristo sobre el borrico rodeado de ramos, tenía un fondo curioso. El parque de San Lázaro empapelado de carteles de todos los colores políticos. La semana más importante del año. 

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