El presidente de la Misión Interministerial de Lucha contra la Droga y la toxicomanía de Francia, Etienne Apaire, aseguraba recientemente que el Gobierno francés implantará a partir de 2008 la obligación de pasar por un curso de reeducación a cuantos sean detenidos por fumar cannabis en la vía pública y que deberá ser pagado de su propio bolsillo. El precio de estos cursos de concienciación sobre los peligros de la droga podría llegar a los 450 euros.
Apaire argumenta que la situación actual no es buena, porque más de cinco millones de franceses han consumido cannabis alguna vez, 1,2 millones lo consumen con cierta regularidad y medio millón hacen de la droga un uso cotidiano. En Francia, consumir cannabis es un delito que puede llevar aparejado hasta un año de cárcel y 3.750 euros de multa.
En estos cursos, educadores psicólogos y responsables de tráfico harán ver al consumidor de esta droga el peligro que entraña el consumo de cannabis para su salud y para la seguridad de los demás.
La idea de generalizar los cursos es conscuencia, precisamente, de los buenos resultados que están dando los que ya se aplican para recuperar el carné de conducir entre quienes lo perdieron por conducir consumiendo drogas. Al leer estos anuncios he pensado ¡igual que en España!. Tal vez por eso estemos a la cabeza en el consumo.
En estos cursos, educadores psicólogos y responsables de tráfico harán ver al consumidor de esta droga el peligro que entraña el consumo de cannabis para su salud y para la seguridad de los demás.
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