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Os Remedios reabre, sus piscinas se cierran

Un grupo de usuarios sale del renovado Pabellón de Os Remedios. (Foto: Martiño Pinal)
photo_camera Un grupo de usuarios sale del renovado Pabellón de Os Remedios. (Foto: Martiño Pinal)
El concello anunció ayer que las dos piscinas del Pabellón quedarán cerradas por las restricciones covid

Apenas dio tiempo a un par de largos. Tras más de un año cerrado, ayer el pabellón deportivo de Os Remedios volvió a recibir deportistas con ganas de aprovechar las nuevas instalaciones. Para los nadadores, no obstante, la jornada se vio aguada a mediodía, cuando el Concello anunciaba que -siguiendo las nuevas restricciones sanitarias decretadas por la Xunta- las dos piscinas del complejo quedaban cerradas hasta nuevo aviso.

La norma del gobierno gallego especifica que las instalaciones deportivas no pueden abrir los vestuarios ni las zonas de ducha, y el gobierno local decidió cerrar a mayores las piscinas de 25 y de 50 metros, en lo que consideran “un exercicio de responsabilidade”. Los pocos que pudieron disfrutar de las instalaciones durante la jornada salían encantados. “¡La piscina nueva es espectacular, de verdad!”, celebraba Maite Trullàs, solo crítica con la presión y la temperatura de las duchas: “Son detalles, pero estoy muy contenta, es mejor que la anterior”, concluye.

Jesús Cadavid fue otro de los nadadores que pasaron por el pabellón municipal durante la mañana. “Un luxo! Non había ninguén, así que xa podes imaxinar”, ríe el ourensano, y comenta que el cambio está “moi ben feito”. Ahora, la piscina solo podrán utilizarla los clubs federados de natación.

Hace unas semanas, el sindicato CCOO expresaba dudas de que la piscina pudiese garantizar la seguridad sanitaria frente al covid.

Ganas de deporte

Brais Caride solía practicar el bádminton, pero ayer se acercaba al pabellón para hacer musculación y otros ejercicios en el nuevo gimnasio. “Tengo bastantes ganas; han estado mucho tiempo con las obras, así que espero que haya sido una buena inversión”, comenta el joven antes de entrar al complejo.

Las obras -en las que se han invertido dos millones de euros- incluyen una nueva planta de 550 metros cuadrados que acoge el gimnasio, con una sala multiusos, una de musculación y otra dedicada a actividades varias. La reforma divide el antiguo gimnasio en dos plantas -abajo quedan los vestuarios y otra sala de usos múltiples- y habilita un nuevo ascensor.

Además, se han modernizado vestuarios y aseos; se ha llevado a cabo una reforma de accesibilidad, y se ha renovado la fachada, retirando el mural de David Rubín. 

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