SALUD

Respiración oral, deglución atípica y problemas de ortodoncia

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photo_camera Patologías bucodentales en los más pequeños.

Cinco tips para saber si tu hijo respira por la boca o por la nariz 

Entre los seis y los diez años, una de las consultas más frecuentes en las clínicas de odontología infantil es por qué por que vuestro hijo o hija tiene el paladar estrecho, le falta de espacio para la erupción de algún diente permanente, tiene la mandíbula hacia delante, los dientes cruzados…¿Sabéis si vuestro hijo o hija respira y traga correctamente? ¿Qué importancia tiene para el correcto desarrollo de los huesos de la boca y de los dientes una correcta respiración y deglución?

Respirar y deglutir de forma correcta juega un papel muy importante en el desarrollo de las estructuras dentofaciales. La nariz filtra a la vez que calienta el aire. Cuando respiramos por la nariz, el aire pasa a la nasofaringe y de ahí a la orofaringe, estimulando todo el sistema respiratorio. Sin embargo, en las personas que respiran por la boca, el aire entra directamente a la orofaringe, sin filtrar ni calentar. Por lo que son las amígdalas las que se encargan, como ganglios linfáticos que son, de filtrar el aire que entra directamente por la boca. Motivo por el que se hipertrofian. Cuanto más aire entre por la boca más trabajan las amígdalas, estimulando un desarrollo patológico. Al ser más grandes de lo que le correspondería ocupan el espacio destinado a la base de la lengua. Por lo que la lengua tiene menos espacio dentro de la boca. Instaurandose así, patrones de deglución atípica. Además, el paso del aire forma o deforma la zona por donde pasa. Si pasa por la boca, ejerce presión sobre la mandíbula y sobre el maxilar, deformando los huesos y provocando maxilares y mandíbulas estrechas y por tanto, los dientes permanentes que tienen que erupcionar no tienen el espacio suficinete. Así que, por muchos aparatos que pongamos para modificar las mordidas, si no cambiamos el ciclo respiratorio, e instauramos un correcto patrón de deglución, en unos años el problema podría reproducirse.

¿Cómo se soluciona el problema? ¿Hay que operar?

Esto es un trabajo multidisciplinar entre Otorrinos, Odontólogos, Logopedas y Fisioterapeutas. El que debe dictar si está indicada o no la extirpación total o parcial de las amígdalas es el otorrino. No obstante, si a los niños, les enseñamos a respirar y a deglutir correctamente, en la mayoría de los casos, conseguimos que no sea necesaria la extirpación. Debemos tener en cuenta, que la amígdala es un tejido de defensa y no debería extirparse a la ligera.

5 Tips para detectar en casa la Respiración Oral

1. Si tu hijo ronca por las noches: casi todas las personas que roncan por las noches de manera rutinaria (no solo cuando están acatarrados) son respiradores orales, ya que, es el aire el que produce el ruido al entrar directamente por la boca.

2. Si duerme con la boca abierta: si tu hijo o hija normalmente duerme con la boca abierta de forma rutinaria es, sin duda, respirador oral.

3. Si tiene catarros, amigdalitis, otitis con mucha frecuencia: estos cuadros están muy relacionados con la respiración oral.

4. Si come, corre o se pasa el día con la boca abierta: los niños que van siempre con la boca abierta son, casi siempre, respiradores orales. Por tanto y como he comentado anteriormente, la amígdala, tiende a hipertrofiarse, ocupando parte del hueco asignado a base la lengua, por lo que la lengua se queda sin sitio y tiene que hacerse hueco a expensas de echar la mandíbula hacia delante y hacia abajo, provocando malas mordidas.

Si tiene ojeras y la zona del pómulo plana: es lo que técnicamente se conoce con ¨Facies adenoideas¨. El aire, cuando entra por la nariz estimula el crecimiento del tercio medio de la cara. Al contrario, si pasa por la boca toda la zona que va del ojo hasta los labios no crece de forma adecuada. Además, como por la noche respiran por la boca no llega la cantidad óptima de oxígeno, por lo que el sueño no cumple su función reparadora y tenemos niños con ojeras e incluso con bajo rendimiento escolar, debido a un sueño no reparador.

5. Si tiene deglución atipica: muchas niñas y niños no son capaces de tragar de forma adecuada, provocando mordidas abiertas (que los dientes no se toquen entre ellos). Y por tanto, a pesar de saber dónde tienen que colocar la lengua, no tienen sitio para colorarla en la posición que debe estar para tener un patrón de deglución adecuado. Muchos niños saben que a la hora de tragar no pueden meter la lengua entre los dientes, si no que deben tragar apoyando la legua en el paladar. Pero no son capaces de hacerlo debido a que la lengua tiene poco espacio dentro de la boca y avanzan la lengua para poder tragar fácilmente.

¿Entonces la ortodoncia soluciona el problema?

La ortodoncia en sí no soluciona el problema. Con la ortodoncia nos encargamos de alinear dientes, y con la ortopedia alineamos los huesos maxilares y mandibulares para que los dientes puedan salir en el hueco que les corresponda.

Pero por mucho que hagamos ortopedia u ortodoncia sin corregir un mal patrón de respiración y deglución, en unos años, es probable que los dientes y los huesos tiendan a volver a su posición original. Por eso algunos tratamientos de ortodoncia acaban fracasando a los pocos años, ya que la lengua es uno de los músculos más potentes del cuerpo, y si ejerce una fuerza inadecuada acabará por deformar lo que tanto esfuerzo y dedicación nos ha costado conseguir con los trapientos de ortodoncia.

Por lo que, lo ideal es combinar los tratamientos dentales con tratamientos para funcionalizar la respiración y la deglución. De esta manera, estamos tratando el problema en su conjunto y no solo los efectos que produce la respiración oral y la deglución atípica.

Clínica de Odontología infantil y Ortodoncia "Mis Primeros Dientes".

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