Un total de 111 centros públicos de la provincia arrancaron ayer el curso en Infantil, Primaria y Educación Especial. No solo el rural lo tiene difícil para cubrir el cupo mínimo de matrículas: los colegios del área metropolitana se ven afectados en los últimos años por la decisión de los padres de enviar a los niños a la ciudad, a pesar de haber suficientes nacimientos para mantener buenas cifras en los centros de su lugar de origen.
Los centros hacen cábalas para facilitar más servicios, como el de madrugadores o el transporte. Taboadela, con 9 matrículas, el claro ejemplo de la pérdida de alumnos a pesar de haber niños suficientes. También A Peroxa, con 22 matrículas, busca la fórmula para atraer alumnado. Este curso, el Concello retoma el programa de conciliación de familiar en el CEIP Roberto Blanco Torres, el servicio de madrugadores, que funcionará a partir del lunes 16.
Pereiro de Aguiar tiene cerca de 700 matriculados en los tres centros. El alcalde, Luis Menor, celebra la vuelta al cole en el Ben Cho Shey (241 alumnos), Guillelme Brown (237) y Miraflores (233). "Para o noso concello, e dentro da nosa provincia é a mostra clara do dinamismo do mesmo e do bo servicio que se presta en educación que atrae a alumnos de otros concellos", apunta Menor. Además, mejoraron la ordenación del tráfico en el Ben Cho Shey y como reto Menor plantea la ampliación del centro, "pois se nos está volvendo a quedar pequeno".
