Enología

O Ribeiro entrega certificado por su calidad a 81 bodegas

Participantes en el acto de entrega de las certificaciones de producto amparado.
photo_camera Participantes en el acto de entrega de las certificaciones de producto amparado.
Las 28 restantes están en proceso de conseguirla tras una auditoría del proceso productivo

Un total de 81 bodegas de las 109 amparadas por la Denominación de Origen Ribeiro recibieron ayer los certificados de producto de conformidad con la normativa UNE-EN-ISO/IEC 17065, una acreditación internacional lograda por el Consejo Regulador, cumpliendo así las exigencias derivadas de la OCM (Organización Común de Mercados) del vino para todas las indicaciones de calidad europeas. Esta denominación logró la "acreditación para la certificación de productos del sector agroalimentario" a finales del año pasado y actualmente hay 81 bodegas certificadas, que superaron un proceso de evaluación riguroso, conforme al manual de calidad y pliego de condiciones del Consejo Regulador, estando el resto en proceso de conseguirla, para lo cual tienen que pasar por una auditoría de control sobre los procesos de producción del vino con el fin de garantizar la calidad del mismo.

El acto se celebró en las instalaciones de la antigua cooperativa del pimiento de Arnoia. El presidente del Consejo Regulador, Juan Casares, señalaba que con la entrega de los certificados "culminamos un proceso iniciado hace unos años con el desarrollo e implantación del manual de calidad y pliego de condiciones, hecho que hizo que recibiéramos de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) la acreditación para la certificación de los vinos amparados". Casares confía en que este logro "coloque al Ribeiro en el camino de la excelencia y sirva como estímulo en un mercado global cada día más exigente y competitivo".

En los últimos dos años, el Consejo Regulador ha reforzado las medidas de control de calidad. Así, realiza inspecciones durante la vendimia en bodegas y viñas, pero además también las realiza previamente en los viñedos, con el fin de "mandar al consumidor un mensaje de mayor garantía", apunta Casares. Otra de las medidas tiene que ver con la lucha contra el fraude para evitar el uso del nombre Ribeiro para publicitar vinos que no están amparados. De esta forma, se realizan controles en los mercados para comprobar que las etiquetas son las correctas. 

Al acto asistieron el alcalde de Arnoia, Rodrigo Aparicio; el director de la Agencia Galega de Calidade Agroalimentaria, Manuel Rodríguez, y la jefa del departamento agroalimentario de ENAC, Elisa Gredilla.



Descenso de viticultores y de producción

Las bodegas seguirán siendo sometidas a auditorías sobre los procesos productivos para mantener la certificación que acaban de recibir.  Este certificado de producto amparado contribuirá, según los responsables del Consejo Regulador de la Denominación Ribeiro, a introducirse y afianzar mercados en el ámbito internacional. "Una denominación que quiere ser competitiva tiene que ofrecer calidad pero también tiene que tener producto para colocar en el mercado", apunta Juan Casares.

Al respecto, se refería a otra de las medidas que se desarrollaron con ese fin relativa a la actualización del registro de viticultores, que ha pasado de 5.700, con 2.300 hectáreas en producción, a los actuales 1.700 viticultores y menos de 1.400 hectáreas de superficie. "Esto nos ha servido como toque de atención y de ahí que encargáramos el plan estratégico que ofrece un diagnóstico de la realidad de O Ribeiro", añade el presidente del Consejo Regulador, que reconoce que "tenemos problemas de base territorial, por bajas o abandono, y lo importante es tratar de movilizar la tierra", matizando que en los últimos 15 años la producción bajó en un 50%. "Aumentó el precio de la uva en un 10%, ahora toca colocar el vino en los mercados", apunta.

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