Un vecino lamentaba los destrozos e instaba a los responsables a que se inspecciones los ríos para evitar situaciones similares
La crecida del río Arnoia a causa del agua que descargó el temporal Helena se llevó por delante las piedras del paso peatonal sobre el cauce, conocido como Puente do Briñal.
El vecino Alberto Manzano explica que ya había advertido hace meses a la Hidrográfica Miño-Sil de que se podía producir esta situación, dada la maleza y troncos secos que se habían acumulados en la zona. El organismo de cuenca atendió su petición hace unas semanas, desplegando en el lugar cuatro operarios para realizar una limpieza. Pero los trabajos no fueron suficientes y la maleza y troncos taponar los pequeños arcos, lo que provocó que el agua arrastrase ahora buena parte de la infraestructura. El puente era utilizado a diario por vecinos y visitantes para cruzar de un lado a otro el cauce del río.
Alberto Manzano lamentaba los destrozos e instaba a los responsables del organismo de cuenca a que inspeccionen los ríos para evitar situaciones como la registrada con el puente peatonal de la villa alaricana.
