Tribunales

El robo de las armas policiales no está prescrito, dice el juez

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photo_camera El robo de las armas tuvo lugar en el búnker de la Comisaría de As Lagoas. (FOTO: JOSÉ PAZ)
Están imputados los hermanos gemelos, también investigados en otro juzgado por homicidio

El Juzgado de Instrucción 1 ha dado la razón a la fiscal al considerar que el robo de seis armas en el búnker de la comisaría en agosto de 2014 no está prescrito, tal como sostenía el abogado de los dos imputados, los hermanos gemelos Bernardo y Roy D.L. Estos dos últimos policías, uno jubilado y otro suspendido de sus funciones, también están encartados en el sumario de Instrucción 3 por la muerte violenta de Celso Blanco en abril de 2016 en el despacho de la quinta planta del edificio policial.

El juez Leonardo Álvarez asegura que no han pasado los cinco años que establece la ley para computar la prescripción (desde que se comete el delito hasta que el juzgado imputa formalmente la autoría). A su entender, no comienza a contar el plazo desde el 18 de agosto de 2014, cuando se detecta la desaparición de tres pistolas del armero y se comunica la incidencia a la autoridad judicial. Para el instructor, el plazo comenzaría a contar desde que  hay constancia de que se trata de un robo como consecuencia de la remisión de un anónimo a la unidad de Asuntos Internos en noviembre de 2014, el mismo comunicado en el que germina la operación Zamburiña en la que acabaron imputados cuatro policías del grupo de estupefacientes por colaborar con narcotraficantes de la ciudad.

También recoge uno de los argumentos de la fiscal del caso, la misma que está presente en Instrucción 3 y considera que no hay pruebas para acusar a los gemelos por el homicidio de su compañero. La acusación pública sostenía que el plazo de prescripción en la sustracción de las armas se interrumpió cuando, el 6 de noviembre de 2918,  el juzgado requirió al grupo VI de Asuntos Internos para que se pronunciase sobre el informe de UDEV de la Comisaría. La Policía Judicial de Ourense considera que los gemelos junto al policía fallecido tramaron un plan para sustraer las armas y perjudicar a determinados compañeros de la plantilla, incluidos los del grupo de drogas que acabaron imputados.

Instrucción 1, que había archivado al caso, lo volvió a reabrir en noviembre de 2018, imputando a los hermanos, cuando el magistrado recibió de su compañera que investiga el homicidio el informe de 137 folios de la UDEV que los implica (habla de "grupo criminal",incluye al fallecido, "cuyo objetivo era lucrarse personalmente").

Tres de las armas robadas aparecieron con motivo del fallecimiento de Blanco, una de ellas utilizada en el disparo mortal mientras que las otras dos estaban en el despacho. Las otras tres aun no se sabe dónde están.

Instrucción 3 intentó asumir el robo de las pistolas al entender que está conectado con el homicidio pero la Audiencia no lo estima así.

En el asunto de las armas, están personados el responsable del armero, Ernesto A.V., y Antonio R.F. –el inspector exjefe de drogas imputado en la Zamburiña- como perjudicados por el robo y el envío del anónimo. 

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