RUGBY

Sam Shearer, anotación sin límite para el Campus

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photo_camera El jugador neozelandés del Campus, Sam Shearer, patea en la transformación de un ensayo.

El jugador neozelandés del Campus, ochenta puntos y un 75% de acierto en la transformación es el nuevo referente ofensivo del equipo

Fue una de las incorporaciones estrella de la temporada. David Monreal se fijó en él y consideró que el neozelandés era el jugador ideal para ser uno de los pilares del equipo en el tercer asalto a División de Honor B. Sam Shearer, a sus 23 años, es el nuevo referente ofensivo de un Campus Ourense que ha dejado de ser la cenicienta de la competición para destaparse como uno de los equipos favoritos a la zona alta gracias a sus cuatro triunfos en las seis primeras jornadas.

Ochenta puntos en tan solo seis jornadas hablan por sí solos de un jugador que hace prácticamente de todo en la tres cuartos universitaria, intentando hacer olvidar a la afición el papel que asumía con solvencia su compatriota Jason Harvey, ahora en las filas del Hospitalet del Grupo B de la categoría (en la que es máximo ensayador con nueve pasos por la línea).

Preconvocado con los All-Blacks en el conjunto de 'seven' el pasado curso (no llegó a debutar en partido oficial), el neozelandés tuvo su punto álgido en la quinta jornada (firmó 29 de los 74 puntos del Campus), en la que se convirtió en la pesadilla de un Durango que en ningún momento pudo detener el empuje de un jugador sobrado de velocidad y calidad para la categoría.

Los seis ensayos realizados hasta el momento se complementan con las 22 transformaciones (a las que añadir dos golpes de castigo) de los 34 ensayos que lleva el equipo ourensano, o lo que es lo mismo, casi un 75% de acierto en la patada a los tres palos.

Un jugador para todo y un acierto 'kiwi' más para el Campus, que ha encontrado en Shearer a un jugador fiable y con talento para llevar a los ourensanos al siguiente nivel.


El Campus estrena fusión con victoria ante Santiago


20181030201157255_resultEl conjunto femenino del Campus estrenó el pasado fin de semana fusión con el Muralla de Lugo de cara a esta edición de la competición autonómica.

La dificultad para encontrar jugadoras para componer el equipo ha obligado a varios equipos del rugby autonómico a agudizar el ingenio y de ahí han salido sinergias positivas.

La fusión no pudo comenzar con mejor pie. En el debut competitivo, el conjunto ourensano-lucense se estrenó con una contundente victoria frente al Santiago Rugby Club, 22-0.

Cuatro ensayos, dos de la asturiana Carolina Hernández, y otros dos, obra de la primera línea Iria Graña y Alba Mur, fueron suficientes para hacer subir los primeros cinco puntos al casillero del Muralla Campus. El próximo fin de semana repetirán como locales ante el CRAT B.

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