El grupo de comunicación coruñés sumaba ese año una deuda de 73 millones de euros

Santiago Rey debía a La Voz de Galicia 30,3 millones de euros en el año 2006

 El tendencioso titular de La Voz de Galicia que hoy replica La Región.
El editor de La Voz de Galicia, Santiago Rey, debía a su periódico 30,3 millones de euros en el 2006, según la auditoría de las cuentas realizada por la prestigiosa firma Deloitte. En realidad, esa cantidad proviene de la suma de las deudas contraídas con La Voz por otras empresas de Santiago Rey. Además, según la auditoría, la Corporación La Voz de Galicia tenía contraída una deuda con terceros que rondaba los 73 millones de euros.
El análisis de las cuentas del periódico coruñés La Voz de Galicia, el más beneficiado por las subvenciones públicas, no refleja los resultados que se podrían esperar del mayor grupo de comunicación gallego. La Corporación La Voz de Galicia sumaba en el 2006 una deuda con terceros (entre ellos Hacienda) que rondaba los 72 millones de euros, según consta en la auditoría realizada por la prestigiosa firma Deloitte sobre las cuentas de ese año, y que reflejan la falta de solvencia de algunas de las sociedades que conforman el grupo de comunicación coruñés.

El informe recoge además una serie de operaciones de las que se desprende que el editor, Santiago Rey, debe 30,3 millones de euros a su propio periódico. En realidad, esta cantidad es el resultado de la suma de los préstamos concedidos por La Voz de Galicia a otras empresas del grupo, como es el caso de Corporación La Voz de Galicia, Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre o Editorial Página Cero Galicia S.L., entre otros. Este tipo de préstamos entre sociedades del mismo grupo refleja normalmente la ausencia de liquidez en algunas de estas empresas para hacer frente a pagos o inversiones.

El accionariado de La Voz de Galicia está formado por Corporación La Voz de Galicia SLU, que tiene como un único socio a Santiago Rey Fernández Latorre, propietaria del 99,975% de las acciones; y por Santiago Rey Fernández-Latorre, que posee el 0,025%.

El análisis de los datos que obran en el Registro Mercantil de A Coruña señala también que Corporación La Voz de Galicia, que emplea como avalista de todas sus operaciones al diario coruñés, tiene un fondo de maniobra negativo por valor de 12 millones de euros, lo cual significa que los pagos a corto plazo previstos entonces eran significativamente superiores a los ingresos previstos a corto plazo.

CAOS INFORMATIVO

La decisión de La Región SA de activar una reestructuración financiera por valor de 15 millones de euros, que incluía una compra simbólica de acciones (4% del total) por valor de 1,5 millones por parte de la Diputación (reversible en el plazo de 10 años y pactada unánimemente por PP, PSOE y BNG) desató un goteo incesante de informaciones inciertas y tendenciosas en diversos medios de comunicación gallegos.

* Primero El País. El País abrió la espita, con el titular ‘Baltar quiere que la Diputación compre 1,5 millones en acciones de La Región’. Le atribuía a Baltar una operación, avalada por los tres grupos políticos y por los empresarios que participaban en ella. Pero además, aludía a un informe fantasma, que desautorizaba la operación y que (eso no lo decía El País), estaba basado en parte en ‘una crónica’ sobre La Región publicada en la web de una televisión local, cuyo propietario fue detenido por piratear programación a Canal Satélite (del mismo grupo, por cierto, que El País)

* Después La Voz. No tardó La Voz en aprovechar la ocasión y lo hizo con un titular que desmentía el de El País, al reconocer que la operación tenía consenso político: ‘PP, PSOE y BNG de Ourense pretenden que la Diputación gaste 1,5 millones de sus arcas en ser accionista de La Región’, ‘Baltar, Vázquez y Quintana han dado el visto bueno a la sorprendente operación’. Y el Faro, ese mismo día, se limitaba a copiar de El País diciendo: ‘Baltar pide apoyo a PSOE y BNG para paliar la crisis del diario La Región con 1,5 millones de euros’.

* Comienza el baile de La Voz. Sólo un día después de decir que había consenso político, se desdice: ‘Baltar asegura que la Diputación no entrará en La Región sin el apoyo del PSOE y el BNG’. Y vuelve a desdecirse: ‘El conselleiro de Medio Ambiente afirma que no está detrás de la operación’.

* La Voz presiona, el PSOE duda. La intensa campaña de presiones (públicas y privadas de La Voz de Galicia) empieza a sembrar dudas sobre el consenso político de la operación y arrancan del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, una declaración en la que dice que ‘non sabía que entre as funcións das deputacións estiveran a de comprar periódicos’.

* La Voz manipula auditorías. Todo valía para La Voz, incluso emplear sesgadamente auditorías para conseguir titulares del estilo de ‘La Región bordeaba ya en el 2006 la quiebra técnica, según una auditoría’ o ‘Los propietarios de La Región debían al periódico en el 2006 más de 7,5 millones de euros’.

* El País repliega y El Faro no se entera. El País tiró la piedra y se retiró discretamente. Sin embargo, El Faro de Vigo entró titubeando y dando palos de ciego, de modo que el 27 de mayo titulaba: ‘Baltar da marcha atrás y retira su plan para invertir 1,5 millones en acciones del diario La Región’. Lo cierto es que Baltar mantuvo hasta el último momento su apoyo a la operación.

* La Voz queda en evidencia. En su edición de ayer, La Voz de Galicia vuelve a quedar en evidencia al forzar al máximo su campaña de acoso. Incapaz de encontrar reacciones contrarias a la operación de La Región, entrevista al ex conselleiro de Pesca Enrique López Veiga, conocido por su singular y fallida trayectoria, para que la descalifique, y, al tiempo, recoge unas declaraciones de Baltar en las que dice que el PSOE también da su respaldo a la compra de acciones. Una vez más, el diario coruñés no se entera de nada: La Región, para evitar confusiones innecesarias, ya había decidido desistir de la operación, pese a que PP, PSOE y BNG le comunicaron hasta el final su intención de apoyarla.

* Las asociaciones de periodistas, desinformadas. La confusión informativa que generaron algunos medios cegó también a las dos asociaciones de periodistas que operan en Galicia. Los propios profesionales de La Región, buena parte de ellos afiliados al Colexio de Xornalistas, se vieron sorprendidos con un comunicado de la junta directiva de este colectivo en el que rechazaba la operación activada por este diario. A pesar de cobrarles 72 euros anuales por la defensa de sus intereses, el Colexio no se dirigió a ellos para pedirles información ni su opinión ni para informarlos de la decisión de emitir un comunicado. Más temeraria fue la sección gallega de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España. Se limitaron a escribir de oídas y, finalmente, a pedir la afiliación, en un comunicado con el que su propio presidente no estaba de acuerdo. Flaco favor le han hecho a la credibilidad que merece la profesión que representan.



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