Análisis

La segunda ola se ceba con la unidad de críticos: “As cifras son moi altas"

Una vecina de Verín pasea por la calle, ayer (MIGUEL ÁNGEL).
photo_camera Una vecina de Verín pasea por la calle, ayer (MIGUEL ÁNGEL).
La gerencia del área asegura que la asistencia sanitaria está "garantizada"; los ingresos por covid siguen en aumento

La provincia alcanza ya los 120 pacientes hospitalizados con covid, una cifra que aumenta paulatinamente desde hace días. Aunque el pico de la primera ola todavía es lejano –el 7 de abril se registraban 217 ingresos–, la presión asistencial ya ha provocado ampliación de zonas covid o traslado de pacientes a otros hospitales. "A atención e a dispoñibilidade de camas están totalmente garantizadas", asegura Félix Rubial, gerente del área.

La preocupación se centra en la unidad de críticos, cuyo número de pacientes asciende ya a 14 casos covid, el 25% de la ocupación total. "As cifras son moi altas, no peor momento da primeira vaga tivemos 23 pacientes críticos simultaneamente", recuerda Rubial. Por ahora, los pacientes se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y en la sala de Reanimación (REA), cada uno en un box independiente –todavía no ha sido necesario ampliar la zona, como sí sucedió en la primera ola–. 

Los pacientes críticos no covid, por su parte, son atendidos en la Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA), a donde llegan los pacientes recién operados. 

Hospitalización

Por ahora, los tres hospitales públicos mantienen su actividad asistencial habitual, a la que suma la atención a pacientes covid. "Nunha provincia coma a nosa, os pacientes do resto de patoloxías son moitos", señala el gerente. Únicamente en el CHUO se están posponiendo las cirugías "demorables" –aquellas que no revisten urgencia– que supongan necesidad de cama. 

El objetivo es el de salvaguardar la capacidad de ingreso en previsión de las necesidades derivadas de la situación epidemiológica. "Tamén se suspendeu a actividade cirúrxica extraordinaria e a actividade de tarde, pero afecta a mesma tipoloxía de pacientes", apunta Rubial. La atención quirúrgica urgente, preferente y oncológica, por su parte,  sí se mantienen. La gerencia planea recuperar las citas aplazadas cuando la provincia se estabilice, lo que permitirá más oxígeno en los centros sanitarios.

De aumentar el número de hospitalizados, el CHUO tiene margen para afrontarlo. "Temos unha gran capacidade de camas baseada nas unidades que deixaron de ter utilidade no momento no que se abriu o novo hospital. Os pacientes non están esperando en Urxencias por camas, hai camas", asegura Rubial. 

Una unidad más del materno y una planta del hospital general podrían habilitarse en las próximas semanas, de ser necesario para dar cobertura a la demanda de pacientes. Además, la disminución de la actividad quirúrgica también genera más espacio para los pacientes médicos. 

No obstante, seis pacientes con covid ya han sido trasladados a Vigo, y la gerencia no descarta hacer lo mismo con los ingresados del Hospital Público de Valdeorras (que podrían ser llevados a Lugo). El traslado forma parte del plan de Sanidade para equilibrar la presión asistencial de las áreas sanitarias de la comunidad. "Non podemos chegar ao límite dos profesionais e afortunadamente noutras zonas da comunidade teñen a posibilidade de atender aos pacientes. Ourense fará o mesmo no futuro, se se da o caso", explica el gerente.

Cansancio

La segunda ola tardó poco tiempo en llegar. La carga profesional y emocional comienza a pasar factura entre los sanitarios, que reconocen el cansancio tras más de medio año en la lucha. Los recursos humanos que precisa un paciente covid, además, son mayores que el resto de enfermos –el personal emplea más tiempo en atender a la persona, ya que tiene que mantener las medidas de seguridad apropiadas, como el uso del equipo de protección individual–. 

Las complicaciones del virus, todavía desconocido, y los fallecimientos casi diarios –ayer en la provincia se registraron seis muertes de pacientes covid– también minan a los trabajadores. "Cada morte é enormemente frustrante para o profesional sanitario. Esta enfermidade é máis virulenta do que pensamos nun primeiro momento: nos maiores provoca enormes complicacións e nos novos tamén ten provocado situacións difíciles", asegura Rubial, que pide concienciación y responsabilidad en las calles.

Futuros enfermeros: "No es lógico que nos manden a hacer los cribados a nosotros"

Los alumnos de tercero y cuarto curso del Colegio de Enfermería se negaron esta semana a realizar test serológicos  al resto de la comunidad universitaria, una iniciativa impulsada por el Sergas. "Avisaron a la delegada del curso con un día de antelación de que teníamos que ir un grupo de 10 voluntarios, sin especificar en qué condiciones, ni si íbamos a tener algún supervisor", apunta un portavoz de 4º de ESO, que prefirió no dar su nombre. La postura de los estudiantes fue unánime: "Dijimos que no. Entendemos la gravedad de la situación, no es no querer hacerlo, es la falta de organización. Supuestamente, los alumnos no pueden estar en zonas de riesgo de exposición al virus y, de estarlo, tendrían que formarnos para ello". Además, hacen hincapié en su formación: "Pagamos una matrícula para hacer prácticas en las distintas unidades, para aprender y tener supervisión". 

El alumnado, además, recuerda la situación de abril, cuando se contrató a estudiantes de último curso para cubrir la demanda de profesionales sanitarios. "No somos mano de obra gratuita, ni estamos estudiando para ser voluntarios", remarcan.

Cribados en farmacias

Satse reitera sus críticas a la realización de test serológicos en farmacias de la provincia. El sindicato avanza acciones legales contra la medida, impulsada por el Colegio de Farmacéuticos en colaboración con Sanidade. "Es una iniciativa irresponsable e insegura", señalan.

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