Opinión

Señor Guitarte

Alguien me ha señalado que últimamente yo escribo/hablo mucho sobre Vox. Es verdad. Vox, los indepes del prusés o el tono de la derecha española de los últimos tiempos me ocupan muchos artículos, pero es porque las animaladas que dicen me ponen los temas en bandeja.

Observen que arriba junto a Santiago Abascal (ese tipo salido de una ilustración de Tom de Finlandia), y Chistorra (un deslenguado ignorante y feo), he puesto también a Pablo Casado (un enano mental que se ha dejado barbita a ver si así parece más alto). Y los he puesto juntos porque para mi los tres son lo mismo. Me recuerdan a los hermanos Dalton de Lucky Luke. Sí, ya sé que los Dalton eran cuatro, pero el cuarto, ya saben ustedes quién era, muy inteligentemente se largó de este cómic.

Tomás Guitarte, el diputado de Teruel Existe, tuvo que dormir fuera de su casa la noche del 6 de enero, un día antes de la votación de investidura en Madrid porque así se lo aconsejó la policía en vista de las amenazas que estaba recibiendo desde días antes cuando declaró que iba a apoyar a Sánchez. 

Guitarte recibió más de 9.000 guasaps, correos electrónicos, sms, etc., muchos del tenor y/o estilo del que va más abajo. No lo pondré en mayúsculas como hacen en redes sociales los imbéciles que no saben escribir para que a la lectura suene como si se gritara, pero es exactamente como tiene que sonar, como si se gritara: “Escóndete cabrón, porque desde Vox Teruel os vamos a joder la vida a ti y a tu familia. Espérate lo peor gilipollas, vas a morir”.

Bien, recuperemos la cordura por un momento. Dejando aparte la perogrullada "vas a morir" que revela que el tipo que escribió eso no parece muy inteligente ya que todos vamos a morir, ¿qué va a pasar ahora? Pues que Vox como siempre dirá que su partido no tiene la culpa de que alguien utilice su nombre (ja, ja), y así seguirán sentados en el Congreso tan tranquilos, con su cuádruple sonrisita espinosa, abascaliana, smithsoniana y monasteril.

Pero en realidad dicho mensaje como los otros 9.000, refleja el verdadero espíritu de ese partido. Y con más claridad que las falsas sonrisas de sus dirigentes adictos a la hípica del fin de semana. ¡Ah!, y por cierto a propósito de la hípica que no se me olvide por favor, los caballos no tienen la culpa de nada ¿eh? Que los mamíferos perisodáctilos no se me solivianten. Ese comentario mío no iba contra ellos.

¿Qué hablo mucho de Vox? Puede, pero yo creo que no. Aquí los que hablan y no mucho sino demasiado son estos nuevos barbudos intransigentes, a través de sus falsas sonrisitas con corbata.

Señor Guitarte: este país está lleno de gente que está con usted. Y ya sabe que los bravucones que amenazan mucho en el recreo son siempre... los más cobardes del patio. 

Un saludo y ánimo.

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