EL EDUCADOR HABLA

Ser pequeño, soñar en grande

El método Walt Disney consiste en la fijación de metas para conseguir sueños realizables

e acerca el final de un año y el comienzo de otro, con inicio de una nueva década. Nuevos propósitos para el año 2020, promesas… Los años van pasando, vamos cumpliendo algunas metas, otras todavía no, muchos objetivos se diluyen por el camino. La falta de tiempo, de organización, de saber priorizar lo qué es urgente o es importante para nosotros, para nuestra vida, para los que nos rodean, nos hace, en ocasiones, más lento el camino hacia nuestras metas. Hay muchas formas de entender la vida, el trabajo, la carrera deportiva, el ocio, la familia… en la edad adulta intentamos ser conscientes de la importancia que tiene todo ello para conseguir nuestras metas personales y/o profesionales. ¿Pero saben los niños/as o adolescentes establecerse sus propios objetivos y metas realistas? ¿Son capaces de elaborar su propio camino en sus intereses y obligaciones? ¿O lo hacemos los adultos por ellos? Los padres y madres, profesores/as, entrenadores/as somos los responsables de su educación y de su aprendizaje, pero no siempre de guiar sus vidas, decidir cuales son sus gustos o donde quieren llegar en sus estudios o en su deporte.

La sociedad se transforma

Quizás, uno de los problemas de la sociedad actual en cuanto a la educación en valores, sea la falta de asunción de retos personales, de superación, de ser resiliente, todo ello quizás también por la falta de independencia y autonomía derivada por el sobreproteccionismo de los progenitores. Muchos de los niños o niñas que conocemos, les cuesta solucionar un problema simple en su día a día o no son capaces de tolerar la frustración cuando algo no les sale como quieren, o se les vuelve mas difícil de lo habitual. En este sentido, pasa igual con la falta de creatividad y realismo para establecer metas personales, académicas o deportivas. 


El método Walt Disney


Cuando hablamos de Disney, nos acordamos de cosas agradables, de la infancia, de soñar. Ser soñador es un fiel reflejo de la ilusión, del entusiasmo, de la creatividad, pero soñar en grande no siempre hace posible una meta. Transformar un sueño en una meta, una meta en un objetivo, y un objetivo en acciones, es un proceso sistemático, racional, que requiere de ser realista, crítico, coherente y clarificador. 

Soñar responde a aspectos más afectivo-emocionales. Ser realista y crítico responde a aspectos cognitivos-conductuales. Esa diferencia entre querer, ser, poder y hacer, está en saber diferenciar entre un sueño y la realidad. Y la realidad es que los sueños se pueden hacer realidad, pero cuando establecemos las metas de forma realistas, alcanzables, haciéndolo de una forma crítica. 

En eso se basa el método de Walt Disney. Ser soñador se basa en imaginar, crear, dejarse llevar, ver las ideas que se nos ocurren… Ser realista implica preguntarnos y reflexionar sobre cómo se puede hacer realidad dichos sueños, qué información necesito al respecto. Por último, ser crítico no implica pensar en negativo, si no plantearnos cuestiones como si esa meta, es demasiado ambiciosa o sencilla, demasiado caro, o difícil, arriesgado… 

Esta es una herramienta sencilla, fácil de aprender y de comprender para los niños, niñas y adolescentes, que les puede ayudar muy y mucho a saber establecer sus propias metas, objetivos y a ser responsables con su trabajo como estudiantes y como deportistas. 

Hugo Fernández es experto en Psicología del Deporte y Coaching Deportivo

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