TRANSPORTE FERROVIARIO

Los servicios regionales, la asignatura olvidada del tren

Unidad 598. Su buen rendimiento en Galicia contrasta con los fallos que registra en Estremadura
photo_camera Unidad 598. Su buen rendimiento en Galicia contrasta con los fallos que registra en Estremadura

Las comunicaciones de la Galicia interior son más caras y peores que en las ciudades de la costa

Ourense está a 350 días de ver culminada su aspiración de disponer de una línea de alta velocidad que la conecte con el resto de España. Las obras de esta infraestructura llevan años copando la atención de la opinión pública y también las inversiones del Gobierno. Pero, ¿en qué situación se encuentran las otras conexiones ferroviarias? Adif acaba de contratar un estudio para averiguar cuál será la demanda de viajeros en Galicia a partir de la conexión de la línea de alta velocidad y la implantación, hace ya más de tres años, del corredor del Eje Atlántico.

La realidad a día de hoy es que los servicios ferroviarios gallegos convencionales resultan heterogéneos, con luces y sombras y graves desequilibrios en la oferta tanto en lo que se refiere al número y horario de trenes como a los precios. Una situación que afecta especialmente a los itinerarios amparados por la obligación de servicio público y por ello subvencionados por el Estado, lo que hace más injustos los agravios.

A grandes rasgos hay que señalar que las dos capitales del interior, Ourense y Lugo, están peor comunicadas que las del litoral y los billetes de tren son más caros, pese a que la renta per cápita es más baja. Con respecto al material rodante, en los servicios regionales y de media distancia, Galicia cuenta con los trenes más modernos del parque de Renfe, tanto en unidades eléctricas como diésel, con un servicio de mantenimiento realizado en talleres de Ourense, A Coruña y Redondela. Los trenes gallegos se encuentran entre los de más bajo índice de incidencias por averías. En los últimos tiempos se han producido más incidentes por falta de maquinistas, obligando a la sustitución de trenes por autobuses en Monforte o en Ourense, que por fallos mecánicos.

La mayor parte de la red ferroviaria gallega es de ancho ibérico, salvo el corredor Ferrol-Ribadeo, que continúa por la cornisa Cantábrica, que es de ancho métrico. Son líneas, en su mayoría, trazadas en el último cuarto de siglo del XIX, con curvas de poco radio, lo que obliga a velocidades reducidas, salvo en el corredor atlántico, construido en su mayor parte sobre un nuevo trazado, aunque aprovechando parte de la línea ya existente, lo que lo convirtió en un corredor de altas prestaciones y no de alta velocidad. Esta línea, al igual que la de alta velocidad entre Ourense y Santiago, está electrificada a 25.000 voltios de corriente alterna. Entre Vigo-Ourense-Monforte-Valdeorras, que tiene continuidad hasta Palencia, está electrificada a 3.000 voltios de corriente continua.


Servicios regionales


En las relaciones ferroviarias entre ciudades gallegas existen cuatro tipos de servicios: regional, regional exprés, media distancia y Avant. Estos últimos son los destinados a conectar Ourense con Santiago y A Coruña por la línea de alta velocidad. Es el servicio regional más caro, también el más rápido, con 10 trenes diarios por sentido. Entre Ourense y Santiago, invierten 38 minutos y el billete cuesta 17,70 euros por viaje, 14,15 si se compra también el de vuelta. Entre Ourense y A Coruña cuesta 25,50 (20,25 si se compra el de vuelta) y tarda una hora y 10 minutos.

Contrastan estos precios con los que rigen en el corredor Vigo-Santiago-A Coruña, sensiblemente inferiores pese a situarse en similares tiempos de viaje. Así, entre A Coruña y Vigo hay 17 trenes diarios: 10 son denominados de Media Distancia. Invierten una hora y 20 minutos, diez minutos más que entre Ourense y A Coruña, y cuestan 18,70 euros, un 27 por ciento menos. La razón de esta diferencia se encuentra en que mientras el corredor atlántico está comprendido dentro de los itinerarios de Obligación de Servicio Público (OSP), el que une Ourense con A Coruña no, por utilizar una línea de alta velocidad.

Esta diferencia se hace más sangrante cuando comparamos dos líneas amparadas por los beneficios de la OSP: Vigo-Santiago y Ourense-Lugo. La distancia en kilómetros es similar.

Las diferencias en los precios, tiempos y servicios saltan a la vista. Entre Vigo y Santiago, hay 17 trenes diarios por cada sentido, 10 rápidos, que invierten 50 minutos en el viaje, y siete regionales que paran en todas las estaciones con un tiempo de viaje de 1 hora y 27 minutos.

Entre Ourense y Lugo hay tres trenes diarios, con un tiempo de viaje que ronda la hora y 35 minutos. El precio entre Vigo y Santiago es de 9,55, por trayecto frente a los 11,75 entre Ourense y Lugo.

Dos ciudades que siempre han estado muy vinculadas, como Vigo y Ourense, carecen de comunicaciones ferroviarias coherentes. Los tiempos de viaje van desde poco más de hora y media a dos horas, pero las frecuencias son escasas y poco coordinadas porque solamente hay dos trenes regionales por sentido y otros dos de larga distancia en sentido Vigo-Ourense y tres en el inverso, que aplican precios de regionales (12,90 euros, 10,30 si se compra también el billete de vuelta). Esta carencia no solo afecta a las relaciones entre ambas ciudades, que tienen menos de un tercio de trenes que entre Vigo y Santiago y menos de la mitad que entre Ourense y Santiago. También a núcleos de población como Ribadavia que solo cuenta con dos trenes diarios por sentido frente a tres que tenían hace diez años y que permitían, que vecinos de Ribadavia pudiesen ir a trabajar o a estudiar a Ourense y regresar a mediodía. 

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