Sonsoles Ónega presenta hoy en el Foro La Región su novela "Después del amor", un romance clandestino con el que ha ganado el Premio de Novela Fernando Lara. La llamada de las hijas de la protagonista, Carmen Trilla, llevó a la autora a rescatar esta historia olvidada. La cita es a las 20,15 horas en el Marcos Valcárcel.
Sonsoles Ónega presenta hoy en el Foro La Región su novela "Después del amor", un romance clandestino con el que ha ganado el Premio de Novela Fernando Lara. La llamada de las hijas de la protagonista, Carmen Trilla, llevó a la autora a rescatar esta historia olvidada. La cita es a las 20,15 horas en el Marcos Valcárcel.
¿Cómo fue ese primer contacto?
Las hijas de Carmen contactan conmigo porque tienen interés en contar la historia de su madre. Quedé con ellas hace ya tres años, con toda la inseguridad del mundo y con expectación por saber si había "historia". Tanto el personaje de ella como todo lo que había padecido por amar a un hombre, me conquistó.
Después se documentó en los periódicos de la época.
La gran preocupación que tuve desde el principio era que la novela estuviera bien documentada. Era lo mínimo que podía hacer, devolverle rigor a lo que vivieron Carmen Trilla y Federico Escofet. La hemeroteca de La Vanguardia me permitió recrear casi con una viveza extraordinaria el ambiente de los personajes. Periodismo y literatura se dan la mano porque Escofet aparecía en la crónica. En algunos pasajes era sorprendente encontrarle a él protagonizando hechos que podían dar una idea de cómo Carmen lo recibía.
Ella no tenía relevancia social.
No es un personaje de la Historia con maýusculas. Es una mujer de la alta burguesía catalana que vivió esta historia que había estado olvidada en la trastienda de los acontecimientos históricos y que tuvo importancia capital en la vida de él. Esta novela es la novela de Carmen, una mujer anónima de las que luchan por cambiar el mundo y revelarse contra su realidad histórica y social. Me llamó la atención descubrir cómo la II República nos dio derechos a las mujeres y, en cambio, la calle seguía siendo la que dictaba las leyes sociales.
¿Las constumbres de la época son el “otro" personaje de la novela?
En cierto modo sí. Este telón histórico tiene un papel que colocaría casi al mismo nivel que la propia trama.
¿Han leído el libro las hijas?
Incluso la han releído. Lo más bonito es que ellas han completado el relato de su propia historia. Es gratificante. Me han dicho: "Hemos vuelto a abrazar a mamá, hemos vuelto a nuestra casa". Lo más difícil ha sido poner palabras a los sentimientos de personajes con descendientes vivos.
Quizá en Ourense halle otras historias.
Me está pasando en los actos de promoción. Voy con las orejas abiertas. Siempre digo que la realidad esconde las mejores ficciones.
