Vivienda

Solo uno de cada cuatro jóvenes de la provincia puede independizarse

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photo_camera Carteles de "Se alquila" en un bloque de edificios de la ciudad.

Ourense es la segunda ciudad gallega en la que más subió el alquiler en una década, lo que complica la emancipación 

La vida para los jóvenes no es lo que era. La emancipación de los ourensanos llega cada vez más tarde y la convivencia bajo el mismo techo de padres e hijos se prolonga en el tiempo. El precio de los alquileres, desorbitados según muchos en comparación con los salarios de la provincia, provoca que el alquiler, y ya no digamos la compra de un piso, se haga cada vez más cuesta arriba. 

Solamente un 29% de los jóvenes puede realmente independizarse, es decir, que apenas uno de cada cuatro tiene un empleo o recursos económicos necesarios para poder hacer una vida fuera de la unidad familiar. Así lo pone de manifiesto un informe realizado por la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) que, además, resalta que de esos menores de 35 años que se pueden independizar, el 88% pueden permitirse alquilar  una vivienda, mientras que tan solo el 12% es capaz de poder adquirir una vivienda en propiedad. 

"Constato que finalmente la vivienda vacacional, la movilidad laboral y la imposibilidad de ahorro de los personas menores de 35 años, así como una pérdida de poder adquisitivo, sí ha afectado a los precios de la vivienda en alquiler, derivando los precios del alquiler al alza", señala Benito Iglesias, presidente de Fegein. Dice Iglesias que estos datos son "un serio aviso de un problema que ya tenemos ahí y que nuestras administraciones siguen sin saber dar soluciones reales". 

Según los últimos datos actualizados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), el 93,48% de los menores de 25 años siguen viviendo con sus padres en Ourense; en la misma situación está el 61,9% de los que tienen entre 25 y 29 años , y el 34,4% de los de entre 30 y 34 años de edad. En total, el 63,29% del total de los jóvenes, unas cifras que se mueven en la línea de la media gallega, que se sitúa en el 63,79%. 

El gasto medio en el alquiler deja a Ourense en el cuarto puesto de las siete ciudades gallegas, pero muy cerca de A Coruña, Vigo y Santiago. La capital gallega encabeza ,según el informe de Fegein, el gasto medio en alquiler, con 366,72 euros; seguido de A Coruña, 349,84, y Vigo, 336,39. Ya por detrás se sitúa Ourense, donde el gasto medio asciende a 318,12 euros. 


Subidas y bajadas


Estas cifras muestran un claro avance en los precios del alquiler.  En los últimos diez años, en A Coruña el precio medio subió 36 euros; en Ourense, 29 euros, en Santiago, 25; en Pontevedra apenas 9 euros, en Lugo 18 euros, mientras que en Vigo bajó en dos euros y en Ferrol hasta ocho euros. 


Las cifras: emancipación


29%: Porcentaje de jóvenes que tienen recursos para poder emanciparse, según Fegein

12%: Entre los que pueden independizarse, los que tienen  recursos para comprar un piso

63,29%: Porcentaje de menores de 35 años que todavía viven con sus padres en la provincia

29: Incremento medio en los gastos de alquiler en  10 años

2º: Segunda ciudad en la que más subió el gasto en alquiler


"Los precios de los pisos viejos son desproporcionados"


Los ourensanos no ven claro la posibilidad de emanciparse, y menos en la ciudad. Así lo cuenta un joven que trabaja en el entorno de Verín, aunque es oriundo de Ourense. "Vivo en Verín, pero me gustaría vivir en la ciudad. Ahora mismo es imposible. He conseguido un piso allí, un dúplex de dos habitaciones por tan solo 300 euros. En Ourense, el mismo me salía por 650 o 700 euros. Estaría dispuesto a ir a la ciudad si pudiese tener algo por 350". 

Pablo Cid, de 29 años, explica cómo su familia cuenta con dos pisos en alquiler en la zona de Mariñamansa por 350 ó 400 euros al mes y que se alquilan bien. "Es un precio asequible y siempre están ocupados, generalmente por familias". David Pérez acaba de independizarse. "Los precios son desproporcionados para los pisos viejos que están en el mercado en Ourense. Por suerte, un conocido tenía justo lo que quería. En nuestra búsqueda vimos pisos de 30 ó 40 años que se ofrecían  a precio de nuevos. Pude dar el paso gracias al apoyo de la familia y de la pareja", relata. 

Otro joven ourensano, Iago Vidal, se fue a vivir con su pareja y señala que "no fue difícil", aunque tardó su tiempo. "Tardas en que aparezca algo decente, pero al final tiramos de buscadores para ver lo que nos gustaba". Lo peor es que no hay mucho", concluye. 

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