A UN METRO

"Sólo se mueve el eólico de Inditex"

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photo_camera El molino eólico de Inditex con caminones aparcados, Villarodís sin tráfico y muelles de carga.// SUSO ARJOMIL
Al polígono de Sabón en Arteixo acceden más de  15.000 vehículos en un día laborable,  ayer en una hora sólo apareció la Benemérita

Para desplazarse en coche desde el centro de A Coruña hasta Arteixo, donde se encuentra el polígono de Sabón y la sede central de la multinacional textil Inditex, hay tres maneras: una rápida, otra lenta y otra muy lenta. La primera es por la AG-55, autopista también gestionada por Audasa, concesionaria de la AP-9 que une la Galicia atlántica de norte a sur o de sur a norte, dependiendo del punto de partida del viaje. Si no hay prisa, al polígono de Sabón se puede llegar por la carretera que acaba en Fisterra, atravesando Villarodís. Pero hay que soportar atascos en la hora en la que el personal entra y sale del tajo. Si se cuenta con tiempo y paciencia, también se puede tomar otra vía, pero hay que aguantar los semáforos de Meicende y Pastoriza.  

Antes estas condiciones de circulación, se podría presuponer que los 7.500 trabajadores que curran de forma directa en alguna de las 600 empresas instaladas en Arteixo, de las que también dependen 25.000 puestos de trabajo indirectos, utilizan la autopista. Pero el rejonazo de 55 céntimos por recorrer 10 kilómetros espantan la posibilidad cuando el salario no es de ejecutivo. Hasta la fallecida Rosalía Mera, fundadora de Inditex, se declaró insumisa en el peaje cuando todavía conducía un Golf descapotable blanco. Acabó cediendo el coche a Mans, vivero empresarial de la Fundación Paideia, y se apuntó al taxi y al zapato. "Mi dieta es menos plato y más zapato", bromeaba.   

El molino eólico de Inditex con caminones aparcados, Villarodís sin tráfico y muelles de carga.

Muelles de carga.// SUSO ARJOMIL

Rosalía Mera se declaró en su día insumisa en el peaje de Arteixo cuando aún conducía un Golf descapotable blanco

Arteixo se ha convertido en uno de los motores económicos de Galicia con una facturación que representa el 28% de la riqueza gallega y el 1% del PIB español, según la Asociación de Empresarios del Polígono de Sabón. En un día laborable el trasiego de coches y camiones es constante, pero ya en el peaje se percibe que el cerrojazo a las actividades no esenciales decretado por el Gobierno que preside Pedro Sánchez se cumple sin excepciones.  La estampa de soledad y las barreras bajadas hace que regrese al folio la reflexión sobre la voracidad "coronavírica" de Audasa. En vez echar una mano en la actual crisis sanitaria, como están haciendo un porrón de empresas, como la propia Inditex y tantas otras con una carga de críticas a veces injusta, la concesionaria se plantea pedir una indemnización por el descenso de tráfico. 

Lo decente sería levantar las barreras a los que siguen en la carretera cumpliendo con los servicios esenciales para que el personal siga confinado en sus casas. Sería un alivio económico pues ya se juegan la salud y la de sus familias.  Nadie espera un gesto de Audasa, a no ser que la Administración le tire de las orejas.
 Incluso un transportista bisoño y sin GPS no pasaría problemas para localizar Sabón. El molino eólico que instaló Amancio Ortega en  la parcela de Fíos, una de sus primeras fábricas en el polígono, para abastecer el centro de producción cuando nadie hablaba de renovables, hace de faro. 

En la larga recta a los pies del molino hoy están aparcados medio centenar de cabinas de camión. En el centro logístico de Inditex no se ve movimiento por ninguna parte. Cuenta con un centenar de kilómetros de túneles que los operarios recorrían en bicicleta cuando una prenda se atascaba en la cadena. Quizá ahora lo hagan en patinete eléctrico. La sensación de poder tirar una fotografía desde el medio de la carretera sin riesgo a que el tonelaje de un tráiler te convierta en papilla resulta extraña. 

Cortacésped eléctrico

Una patrulla de la Guardia Civil interrumpe las cavilaciones del periodista. Después de pedir el carnet de prensa resumen el inexistente movimiento: "Cuando no trabaja ni Inditex, ya te puedes imaginar el movimiento que hay". Siguen con la vigilancia, aunque casi no hay nadie a quien vigilar. En la sede central de Inditex trabaja un cortacésped eléctrico recortando una hierba que ya le gustaría a algún equipo de fútbol de Primera División.

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Villarodís sin tráfico.// SUSO ARJOMIL

"Cuando no trabaja ni Inditex, ya te puedes imaginar el movimiento que hay", comenta una patrulla de la Guardia Civil

 

Un repartidor sale de otra de las empresas que operan desde el polígono cuando parecía imposible hablar con alguien. "Aquí hoy sólo se mueve el eólico de Inditex", suelta  con retranca. "Te puedes encontrar a personal de seguridad o de tareas de mantenimiento, pero poco más. La imagen es tremenda, pero es lo que hay que hacer", añade antes de meterse en la cabina y salir disparado. 

De regreso por Villarodís, para evitar el peaje como hacen muchos de los que faenan en Sabón, también se puede sacar una fotografía en el medio de la carretera. Atrás el molino éolico de Inditex continúa girando.

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