ENTREVISTA

Támara Echegoyen :"El oro en el Mundial nos da confianza para Río"

20160217200207882_result
photo_camera La regatista pontevedresa Támara Echegoyen aterrizó ayer en el aeropuerto de Peinador.

La regatista ourensana se encuentra ya en casa después de ganar el pasado domingo en Clearwater (Florida), junto a la cántabra Berta Betanzos, el Campeonato del Mundo de 49er FX

Támara Echegoyen se encuentra ya en casa después de ganar el pasado domingo en Clearwater (Florida), junto a la cántabra Berta Betanzos, el Campeonato del Mundo de 49er FX, clase en la que competirá en los Juegos de Río. La regatista ourensana, que aterrizó ayer en Peinador, asegura que este éxito le da confianza para buscar su segunda medalla olímpica el próximo verano.

¿Qué supone para Berta Betanzos y para usted haber ganado el Mundial a sólo unos meses de los Juegos Olímpicos?
Lo primero, una alegría inmensa, porque ser campeonas del mundo en año olímpico y en una clase olímpica, después de llevar sólo tres años, es un reto bastante difícil y ver que Berta y yo lo hemos podido conseguir, imagínate la felicidad. Volvíamos las dos en el avión y no se nos quitaba la sonrisa de la cara, incluso estando absolutamente cansadas. Creo que para nosotras es el punto de confianza que necesitábamos para seguir trabajando y para darnos cuenta de que es posible luchar por las medallas en los Juegos Olímpicos, aunque siempre con los pies en la tierra. Queremos trabajar los puntos débiles que localizamos para convertirlos en fuertes y afrontar todas las condiciones que se nos presenten con la misma confianza.

¿Esperaban lograr un éxito tan importante después de sólo tres años compitiendo en 49er FX?
Tengo que decir que esta campaña me ha dado muchas alegrías antes de lo que esperaba. Soy consciente de que todo proceso tiene que llevar su tiempo y que la progresión es paulatina, pero es verdad que con ciertas condiciones, Berta y yo nos hemos compenetrado muy bien y somos fuertes, y con las otras estamos haciendo grandes progresos y eso nos permite ser más competitivas en las regatas, tanto en las condiciones que se nos dan muy bien como en las demás.

¿En qué nota que han mejorado más y qué cree que les queda por afinar?
Sin lugar a dudas, las condiciones de viento medio y fuerte son nuestro punto más sólido, nos sentimos muy cómodas y muy veloces, lo que nos permite navegar con mucha tranquilidad y hacer buenas regatas. Y creo que ya demostramos en el Mundial de Argentina, que fue de muy poco viento, que esos días somos también más competitivas que antes, pero creemos que podemos mejorar muchísimo en la conducción, en las maniobras con diferentes condiciones, lo que nos permitiría ser más regulares con todo tipo de viento.

Concretamente, en Clearwater, ¿cuáles cree que fueron las claves de su victoria?
Creo que las claves fueron no fallar en los tres días y poder llevarnos a casa cuatro primeros, dos segundos y un tercero en las rondas de oro, que nos dieron una cierta ventaja respecto a las segundas y a las terceras y nos permitieron entrar en la Medal Race un poco más tranquilas, con una medalla asegurada. Aprovechar nuestras condiciones perfectamente y no dejar escapar un solo punto es lo que nos llevó a lo alto de la tabla.

¿Le ha costado menos compenetrarse con Berta Betanzos que, por ejemplo, con Sofía Toro y Ángela Pumariega en el Match Race?
Es diferente, porque en este barco te tienes que compenetrar con una y en el otro con dos. Los barcos son diferentes y el trabajo que se hace con las tripulantes en cuanto a comunicación, también. Aquí me puede costar un poco menos porque tengo la experiencia anterior de tres años y eso facilita el camino a la hora de trabajar juntas. Se trata de intentar navegar como una sola, no como dos, pero los dos han sido difíciles y laboriosos y los dos dieron muy buen resultado.

¿La victoria en el Mundial aumenta las posibilidades de conseguir el oro en Río?
El Mundial no aumenta ni quita posibilidades, sino que nos pone dentro de las candidatas. Antes y después del campeonato somos las mismas deportistas, con el mismo trabajo y el mismo nivel, que han sabido utilizarlo de la mejor forma para llevarse un Mundial. Eso quiere decir que estamos en el buen camino y que podemos optar, igual que muchos otros países, a traerse esa medalla tan querida a España.


¿Las rivales siguen siendo las mismas?
Sí. Cada vez se apunta algún otro país, porque están subiendo mucho el nivel, pero las rivales fuertes siempre están entre las cinco primeras y siguen demostrando que no bajan de ahí, así que creo que va a ser una clase muy abierta y que va a haber muchos países que tengan opciones de subirse al podio.

¿Qué planificación tienen ahora hasta los Juegos?
Ahora tenemos un pequeño ‘break’ hasta el 29 de febrero y luego desplazamos la base a Palma de Mallorca hasta después del Trofeo Princesa Sofía, que termina el 2 de abril. A la semana tendremos el Europeo en Barcelona y en mayo una concentración  en Santander. Y en junio nos desplazaremos a Río para entrenar allí.

La vela se suele ver como un deporte lleno de glamour, pero el lunes contaba que estaba en un puerto entre contenedores para poder desplazar el barco a España.
Es una pena que la gente se quede sólo con los estereotipos y no tenga curiosidad por saber qué somos los regatistas olímpicos. La verdad es que no somos nada chic. Competimos y salimos de playas, nuestros baños son los químicos que te encuentras en cualquier festival, nos cambiamos en la arena, los barcos los llevamos por tierra y hacemos los viajes por carretera, no vamos en avión salvo que haya que cruzar el charco, dormimos en apartamentos y cocinamos en ellos para ahorrar dinero... Somos un gran equipo que nos ayudamos siempre que podemos. Es una pena que la gente se quede con la imagen del pantalán, el barco grande y el lujo porque se pierden un gran deporte.

En los tiempos muertos durante la competición, ¿qué suele hacer?
Cada uno tienes sus rutinas. Yo siempre me llevo un libro en la mochila y si hay mucho tiempo de espera leo un poco. También me gusta hablar, tanto con mis compañeros de equipo como con el resto de las tripulaciones.

¿Cómo vio a los hermanos Paz, que al final se quedaron sin plaza para Río?
Tengo muy buena relación con ellos, somos como una familia, y la verdad es que es una pena porque en nuestro deporte sólo puede ir un barco por país a los Juegos. En este caso, los tres barcos españoles que optaban a ir a Río estaban entre los diez primeros, por lo tanto es un nivel buenísimo, pero sólo puede ir uno. Eso no le quita valor ni calidad a los hermanos Paz, y sobre todo destaca el tesón que tuvieron para luchar ocho años por estar en unos Juegos.

¿Y a Iker Martínez, que sufrió un accidente?
Es muy amigo mío también y son cosas que pasan en la vela, un accidente por una acción de otro barco. Se lo llevaron por delante y lo lesionaron hasta tal punto que ya no pudo volver al agua. Es una persona muy fuerte de carácter e intentó volver a competir, pero casi no podía ni andar. Son cosas que pasan en este deporte, como dice la gente, de ‘pijos’ (risas). 

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