El mercado del alquiler de vivienda en la ciudad vive en constante tensión por la escasez de oferta "de calidad"debido a la ausencia casi absoluta de nueva construcción. Actualmente, en el circuito de comercialización apenas hay 300 viviendas para ser arrendadas, una de las cifras más bajas de los últimos años. Una tendencia inversamente proporcional Esta situación ha activado la alerta del sector inmobiliario y también de los más jóvenes, especialmente universitarios, que han visto cómo en los últimos meses se ha endurecido la búsqueda de un lugar en el que vivir.
"Si tienes un piso nuevo, que no parezca de la época de Cuéntame, se alquila; pero sigue habiendo cientos de viviendas vacías que los propietarios no quieren reformar", señalan un agente inmobiliario, que sitúa el problema en el elevado envejecimiento del parque inmobiliario ourensano.
"Lo puse en circulación y en tres horas ya tenía tres ofertas y el piso alquilado", apunta José Manuel Pérez, que hace unos meses adquirió una propiedad en un cuarto piso sin ascensor de la avenida de Zamora. "Lo conseguí a un muy buen precio, pero le tuve que hacer una reforma de casi 30.000 euros. Aunque por fuera, lo que es de la comunidad, es antiguo, el interior ha quedado totalmente renovado, y no tardaron en llegar ofertas", explica.
La Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) alerta de un "acusado descenso" en Ourense, en línea con la tendencia de Santiago y Lugo, acompañado, a su vez, de una subida de precios.
"Es bastante difícil, casi no hay oferta, y la que hay, la mayoría son precios caros en comparación con el estado del piso", explica Paula Lima, que puso un anuncio para ofrecer una habitación a compartir y relata la experiencia: "La cantidad de gente que está buscando piso y que me ha contactado es increíble".
En Santiago, la situación es límite, alertan desde Fegein, debido a que la oferta vivienda turística (más de 500) ya es más del triple que la vivienda libre en alquiler. Pero Ourense lleva una inercia similar. Actualmente, hay 138 viviendas de uso turístico en la ciudad, frente a las 300 disponibles para alquilar.
Más pisos vacacionales
Y es que en muchos casos, los propietarios, especialmente en zonas como el Casco Vello, prefieren rehabilitarlas para estos alquileres por pequeñas estancias, donde pueden obtener una mayor rentabilidad.
La escasez de oferta parece disparar los precios. Por primera vez, los alquileres en la ciudad superan la media de los 400 euros, cifra superada este verano. En agosto, se situaron en 402 euros, según los datos del Observatorio de Vivenda de la Xunta de Galicia en base a las fianzas depositadas.
Desde el inicio del verano y hasta ahora, la oferta de vivienda en el circuito de comercialización no ha dejado crecer, y solo desde mayo el precio medio del alquiler se ha encarecido en cinco euros, la misma cantidad que en Vigo, un euro más que en Santiago y el doble de lo que creció en este periodo en Lugo.
"O problema fundamental é o prezo das vivendas. Os pisos hainos máis novos, máis vellos e máis ou menos modernos ou atractivos", indica Elsa Barreiros, que vive en alquiler en O Couto aunque busca otros lugares donde moverse . "Pero en todos os casos son moi, moi caros", puntualiza.
“Para pagar o que piden, aforramos e pagamos unha hipoteca"
Elsa Barreiros y su pareja viven de alquiler en O Couto, "cun aluguer que nos están mantendo desde que entramos hai tres anos e que é razoable para un piso sin amoblar e que ten xa uns anos", relata ella. Pese a que estén atentos al mercado, tanto ella como su pareja descartan marcharse: "É inviable, con dous soldos normais é imposible marcharte a un piso bo e aforrar algo para comprar o día de mañá", insiste, dejando claro su forma de verlo: "Para estar pagando as cantidades de hoxe, esperas uns anos e pagas unha hipoteca".
El presidente de la patronal inmobiliaria, Benito Iglesias, concuerda con la visión. "Los alquileres son inasumibles cada vez más para un segmento más amplio de la población y focalizando el problema en los jóvenes de menos de 35 años y las familias con ingresos inferiores a los 18.000 euros".
En ese sentido, también incide en el crecimiento de la vivienda turística, que se deja notar en Ourense. "El crecimiento de la vivienda vacacional y la desconfianza de los propietarios con la nueva Ley de alquiler deja la oferta en mínimos y con un panorama preocupante en las grandes ciudades gallegas".
Urgencias
¿La solución? "Urge una planificación a corto plazo para dar solución a un problema que se enroca y se agrava y más en un escenario de inestabilidad política y falta de definición de las políticas y directrices en materia de vivienda", sostiene Iglesias.
