Reportaje - Hemeroteca

El día que Ourense salió a la calle en pijama y otros temblores: "Pensei, adiós mundo que me vou"

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photo_camera La gente salió a la calle tras el temblor.
El del jueves fue el terremoto que más se noto en la provincia en los últimos 15 años, pero hubo más y con más de una anécdota

La tierra volvió a temblar en la madrugada del miércoles al jueves en Cartelle. Lo que comenzó siendo algo esporádico a principios de junio se ha convertido en más de 70 terremotos contabilizados por el IGN y que han tenido su punto álgido con el de 3,3º de magnitud y una intensidad de 4 en la escala Mercalli.

Un seísmo que despertó a más de uno e hizo buscar los marcos de las puertas a algún otro. "Creín que caía a casa", relató una vecina de la zona a La Región instantes después de que se produjese y lo corraboraron decenas de testimonios a través de las redes sociales.

Y es que la intensidad del mismo, similar al paso de un camión grande que hace temblar los cristales y los vasos de las estanterías (este es el símil utilizado para dar conocimiento del nivel de vibración), ha hecho que se convierta en el más intenso de los últimos 15 años, cuando en Luintra, un temblor similar sembró el desconcierto en la zona y se convirtió portada del periódico.

El 24 de mayo de 2004, el temblor de 3,3º y una intensidad de III a IV despertó curiosidad entre la población de la Ribeira Sacra e hizo pensar lo peor a algún despistado.
 

"Pensei, Adios mundo que me vou"


De esa forma tan explícita se expresaba un vecino del concello de Nogueira de Ramuín en la charla habitual durante la compra esa misma mañana. "Agarreime a miña señora e pechei os ollos. Pensei que chegara a miña hora, que ía morrer. E ela seguía durmindo coma se nada", destacaba no sin cierto nivel de exageración ante las risas de sus compañeros a los compañeros del periódico, que en también recogieron el testimonio, quizá más realista, de una vecina que pensó que era una fenómeno meteorológico ciertamente especial. "Crín que viña a tormenta, pero sospeitei dalgo distinto cando vin moverse as persianas e o armario", relató.


El "gran" temblor de 1997


El día que Becerreá tembló, la provincia de Ourense saltó a la calle en pijama y bata de casa. Muchos recuerdan todavía como el más abrupto y duro el seísmo que azotó con fuerza a la localidad lucense de la Terra Chá y que con sus casi cinco (4,8) grados de magnitud causó diversos daños materiales (hubo uno posterior de 5,3º), aunque por suerte ninguno personal.

La fortaleza del movimiento de placas se sintió en prácticamente todos los puntos de la ciudad, tal y como recoge el periódico de aquel día, con una imagen de los vecinos de Cualedro saliendo a las calles huyendo de los posibles daños (magnificado en parte porque también tembló la población esa noche con un terremoto de 3,6 grados). No fue algo aislado, ya que según relata Lalo Pavón en aquella crónica, el parque de San Lázaro se llenó de jóvenes y mayores ataviados con sus mejores ropas para dormir, huyendo de un posible desastre. Lo mismo que en Sáenz Díez y en el Posío, con el Bar Jardín como centro neurálgico del improvisado  puesto de campaña. Como no, muchos afirmaron ver moverse el edificio con cierto vaivén pendular, pero...vaya usted a saber.


Registros históricos


El terremoto de mayor magnitud registrado en la provincia según el IGN corresponde al que se produjo hace ahora 30 años en Sarreaus. Los 3,8 grados en la escala de Richter que marcó el sismógrafo el 30 de agosto de 1989 son el récord, seguido de varios de 3,6, como el propio de Cualedro del 97, el de Quintela de Leirado de 1998 (con intensidad IV), el de Xinzo de Limia en el 78, el de Maceda de 1990 o el de Rairiz de Veiga, en 1997.

En una medida sin cuantificar en escala, solo en función de la intensidad se habla del terremoto de Viana do Bolo del día de Navidad de 1895, con valores de V a VI, que habla de un temblor que pudo sentirse en todo el país, según la escala de Mercalli.


Mapa de los terremotos ourensanos desde el 13 de julio de 2019


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