"Juntos llegamos más alto". Es uno de los lemas del Programa ABANCA Deporte Base, patrocinador de los equipos gallegos de alta competición. Compromiso y empatía figuran entre los valores que han llevado a los jóvenes componentes del Ximnasia Pavillón a lo más alto de los podios autonómicos y nacionales. Pero los pabellonistas también son "medallistas" en valores personales. "Aquí formamos un gran equipo de trabajo", reconoce Natalia Gómez, entrenadora de rítmica.
Clave aquí es la formación, deportiva y humana, de un sobresaliente equipo técnico. Natalia, que empezó como auxiliar con 16 años y ya cuenta con dos décadas de experiencia, además de entrenadora es educadora social especializada en educación emocional y con un máster en psicología positiva.
"El deporte enseña mil cosas, entre ellas algunas experiencias que solo se viven a través de la alta competición. Compromiso, trabajo en equipo, empatía o asertividad son valores necesarios no solo para llegar al éxito deportivo, también personal. En rítmica, los equipos permanecen casi invariables desde que las gimnastas tienen seis años. Entrenan 20 horas a la semana y la convivencia, la buena convivencia, es esencial, porque tienen sus problemillas, no solo de entreno, sino también por el festín de hormonas en el que se convierten las gimnastas a estas edades. Y además, la competición, donde la regulación emocional es clave, pues no todo el mundo es capaz de dar el cien por cien ante los jueces que le están evaluando. El 'mindfulness', la capacidad para dominar los nervios, lo aporta el deporte y es una gran técnica para la vida fuera del deporte".
Experiencia aporta Ada Pazos, responsable técnica de la sección de trampolín. "Las mejores deportistas son también las mejores estudiantes. Sabemos que el deporte ayuda a la disciplina y a la organización personal. Es nuestra filosofía de trabajo y por ello las notas escolares de las gimnastas son también nuestra preocupación".
Alto nivel, en todo
El desarrollo integral de la persona es primordial para el Ximnasia Pavillón y por eso sus deportistas de alto nivel, por jóvenes que sean, ya hacen sus pinitos como técnicos. "Ser entrenadora me encanta, aunque por el momento trabajos con niñas que no hacen competición, solo de iniciación", subraya Sabela Rodríguez, la supersticiosa del conjunto de rítmica sénior nivel absoluto. "A cada competición llevo en una bolsa todas mis punteras (calcetines de gimnasia) desde que tenía cinco años". Sara Blanco, compañera de equipo, destaca que "cuesta compaginar todo en época de exámenes, pero nos ayudamos entre todas".
María Salas tiene claro que su futuro "seguirá vinculado al deporte",pues estudia INEF. Noa Puente-Dodd ya mira "al Mundial de Tokio, en diciembre, en un año difícil al cambiar de grupo de edad".
