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Tropiezo injustificable del Barbadás ante el Valladares

Martín Fernández, capitán del Barbadás, en un partido en el campo de Os Carrís (JOSÉ PAZ).
photo_camera Martín Fernández, capitán del Barbadás, en un partido en el campo de Os Carrís (JOSÉ PAZ).
El conjunto azulón perdió en el campo de un Valladares que no había ganando ningún partido en lo que iba de temporada

El Barbadás no es capaz ni de acercarse a las expectativas de una temporada decepcionante desde el inicio. Una veces por falta de fútbol y otras de acierto, pero los azulones siguen mucho más cerca del descenso que de la zona que permite aspirar a jugar en Tercera.

La derrota de este domingo ya es la gota que colma el vaso. Los de Agustín Ruiz visitaban al Valladares, un equipo que era colista y que no había ganado un solo partido en lo que iba de temporada. Ahora ya tienen una.

Los vigueses solo habían marcado siete goles en lo que iba de temporada y ayer llevaban dos en poco más de 20 minutos. Nada más comenzar el partido ya comenzó a torcerse la tarde para los ourensano. Una jugada en la que no consiguieron despejar la pelota y Gabri, de rebote, acabó marcando el primer gol del partido.

El segundo también fue doloroso. Y protestado. El colegiado interpretó que Viana derribaba a un atacante local y Cristian no perdonó desde los 11 metros. De penalti el Valladares se ponían con un renta impensable antes de empezar el partido.


Reacción visitante


Igual de rápido que se complicó el partido lo volvió a nivelar el Barbadás. En poco más de cinco minutos llegó el empate.

Toño hizo el mejor gol de la tarde. El centrocampista marcó de falta directa superando la barrera y tras pegar en el poste y en la espalda del portero se coló el balón en la portería local (2-1).

Y dos jugadas después, otro. Una llegó por banda y el balón lo aprovechó Álvaro para rematar y poner el empate en el marcador (2-2).

Lo más difícil parecía hecho. El Barbadás había sido capaz de levantarse a un mal inicio y llegaba al descanso con todas las opciones para llevarse los tres puntos.

En la segunda mitad el Barbadás volvió a padecer uno de sus males recurrentes. Dominó el partido y llegó mucho más ante un rival que no era capaz de crear ocasiones, pero no marcó. Y lo pagó en la recta final del partido tras una contra en la que Buján se plantó en el mano a mano con Viana y no perdonó (3-2).

A lo puntos quizá mereció más, pero eso no llega cuando la diferencia entre los dos equipos debería ser mucho mayor. Una excusa inaceptable ante un rival que no había ganado a nadie. Más aún cuando llueve sobre mojado en un equipo que se acostumbra peligrosamente a decepcionar cada domingo.

A la llamada de La Región la respuesta no fue tajante, pero sí clara. No hay relevo previsto en el banquillo. Anoche no lo había. Sí preocupación por una temporada que no admite justificación y va camino de tirarse por la borda. 

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