Opinión

Una mala copia

Desde ahora se puede concluir sin demasiado riesgo de perder un zueco que la política española está libre de plagiadores. Seguro que ya no quedan muchos más libros y tesis por rastrillar cuando los compañeros del rotativo ABC tuvieron que escarbar en el manual "Filosofía contemporánea" publicado en el 2002  para encontrar más renglones torcidos en el trabajo académico de los polícos. 

La supuesta piratada no consiste en un título por la patilla al estilo Cristina Cifuentes y otros prendas de ética parecida, sino en la presunta apropiación de párrafos de otros manuales destinados al consumo del alumnado cometida por Manuel Cruz, catedrático de Filosofía de la Universidad de Barcelona, político del PSC y presidente del Senado. Incluso siendo cierto que se le haya colado algún copia-pega sin entrecomillar o citar en una obra de aproximación a la filosofía, su trayectoria académica se convierte en un argumento sólido contra el esfuerzo periodístico, tal y como se encargó de destacar el aludido en un comunicado elaborado por su equipo. El catedrático "ha publicado 34 libros de su autoría, ha participado como compilador en 14 publicaciones académicas y es el único filósofo español que tiene los cuatro grandes premios de ensayo del país: Anagrama, Espasa, Jovellanos y Miguel de Unamuno. Como para mancharse en un manual, pero Javier Maroto, exalcalde de Vitoria y ahora con trabajo como senador por Castilla León gracias a la designación autonómica, se lanzó a pedir explicaciones para "salvar la imagen" del balneario que acoge a los políticos en retirada o a los que los votantes dejan sin cargo. Hay asuntos en los que mejor es callarse.   

En Galicia tenemos una de las acusaciones planetarias de plagio, aunque en otro campo. Este chófer de anécdotas escribió con Jesús Salgado "De cero a Zara" y los medios internacionales que acuden a A Coruña para descifrar el prodigio de Inditex suelen preguntar si parte del éxito de Amancio Ortega obedece a su habilidad para fusilar prendas de otros diseñadores y ponerlas en el mercado a un precio mucho menor. Y la respuesta es siempre la misma: más que copiar, se inspira. De Inditex intentan emular su logística. La sociedad avanza inspirándose, aunque haya políticos que no pasan de mala copia.

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