REPORTAJE

Una misión en cada mochila

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photo_camera Juan González Núñez, misionero en Etiopía, país al que lleva vinculado casi 40 años.

Brasil, Bolivia y Etiopía son los destinos misioneros de Adolfo Zon, Purita Lorenzo y Juan González, tres de los ourensanos que relatarán hoy en el Obispado su experiencia solidaria, en el 40o encuentro con los misioneros diocesanos 

El Obispado de Ourense recibe hoy a partir de las 10,00 horas a una veintena de misioneros ourensanos que un buen día lo dejaron todo y partieron a países como Ecuador, Etiopía, Brasil, Zambia o Camerún. Relatarán sus testimonios en este encuentro diocesano que cumple 40 años y busca nuevos "enviados".


En las entrañas del amazonas


La primera vez que el religioso de Seixalbo Adolfo Zon llegó al Amazonas, fue en 1993. Su misión inicial fue la escolarización de los más pequeños en una zona muy pobre de Brasil. Desde 2015 es obispo del Alto Solimôes, un territorio fronterizo que mira a Brasil, Colombia y Perú. "Con los problemas concretos de ser una región de frontera: trata de blancas, explotación sexual a niños y adolescentes, narcotráfico, tráfico de animales... El gran desafío es relacionarse con todos los pueblos autóctonas, hacer un trabajo de presencia y respetar su cultura. Estar al lado de todos, esa es la misión", relata. Los caminos allí son ríos y los desplazamientos, caros y largos. "Con un litro de gasolina para la lanchita te da para un kilómetro y medio. Por eso a veces vamos a Perú a comprarla, que sale algo más barata", sonríe. Zon tiene una teoría, que las personas necesitan tres años para saber donde están: "Aquí llevo esos años, ahora comienzo a saber donde estoy. Sé que no vine con una varita mágica a ayudar, pero la misión exige continuidad. Cada gotita de agua, forma un océano".


Enfermera dos veces


Después de ejercer como enfermera en el CHUO durante 20 años, Purita Lorenzo se fue de misionera a Bolivia, donde pasó el mismo tiempo. "Fueron los años más felices de mi vida. Bolivia me lo enseñó todo", resume esta ourensana perteneciente a los Institutos Seculares. "Allí me dediqué un poco a todo. He acompañado a enfermos, catequista, profesora... La pobreza tiene que ver con la formación, el nivel cultural se consigue levantar dándole cultura a la gente, así no estarán tirados en las calles", sentencia. Durante los 19 años que estuvo en Bolivia siempre vivió en el campo: "Hay muchas comunidades y para desplazarte hay que atravesar ríos", relata. Uno de los proyectos en los que participó fue en la creación de una biblioteca con 6.000 libros, en una escuela de de Santa Cruz de la Sierra. "Sigue funcionando y eso me hace feliz. La gente necesita un punto de referencia. Más que estar delante, creo que la labor es impulsar", dice.


En la tribu de los gumuz


En Chandrexa de Queixa nació uno de los mejores conocedores de la realidad etíope, Juan González Núñez. Ha escrito varios libros sobre el país al que está vinculado desde 1976 y es el protagonista de un documental sobre su misión con los gumuz, una tribu sudanesa marginada y discriminada por el resto de etíopes. Vendidos como esclavos durante años. Al norte del Nilo Azul, se estableció el ourensano para acompañar a esta población, con la escolarización y la alfabetización como misión. "No había prácticamente escuelas, era una tribu muy atrasada en todos los sentidos. Vivían como hace 200 años", explica el misionero, que ahora está destinado en Addis Abeba. "La misión son las escuelas infantiles. Todo el mundo tiene derecho al progreso", señala.

María Luisa Cid Quintas, de las religiosas calasancias de Ourense, seguirá los pasos misioneros. A las 18,15 horas se celebrará la eucaristía de su envío a Ecuador. 

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