análisis

Una pérdida... reparable

Portada del primer número, 15-2- 1910; la del 6-12 de 1978 y la del 21-11 de 1975.
photo_camera Portada del primer número, 15-2- 1910; la del 6-12 de 1978 y la del 21-11 de 1975.

La sentencia que anula la compra por la Diputación del Archivo Histórico de La Región SA privaría a quien quiera conocer o investigar la historia de Ourense y de la emigración española en la segunda mitad del siglo XX de unos fondos documentales de valor incalculable.

Los efectos de la reciente sentencia -tanto la Diputación como La Región han manifestado que la recurrirán- de la titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1, Ana Belén González Abraldes, privarían a investigadores, documentalistas, historiadores... a Ourense y a los ourensanos de disponer, en las mejores y más modernas condiciones de conservación y consulta, de la colección del Archivo Histórico de La Región (1910-2016) y La Región Internacional -Diario de los españoles en el mundo- (1966-2016, y números de años anteriores). Y todo pese a que, en su argumentación, la jueza, aparte de posibles errores de tramitación formales, considera factible tanto el contrato de venta entre la Diputación y La Región, como el procedimiento negociado con el que se realizó. Sí en cambio desestimó argumentos empleados por la parte demandante (el partido Democracia Ourensana que lidera Gonzalo Pérez Jácome) por ser falsos: la "falta de objeto" por una supuesta venta previa a la Xunta; la disposición libre de los mismos fondos en bibliotecas, o la ausencia de derechos de propiedad intelectual de La Región. El fallo en primera instancia, por otro lado, niega también que el acuerdo de venta pudiera constituir una subvención encubierta, cuestión esgrimida por los demandantes.

Uno de los argumentos principales de la sentencia se basa en que el valor de la colección podría haberse establecido por comparación con otras, y cita expresamente dos casos: la Hemeroteca de Editorial Compostela SA y la de El Adelanto de Salamanca. Sin embargo, tal comparación no se sostiene, debido a las enormes diferencias entre ambos casos y el de La Región, ya que en los dos se trata de archivos para los cuales existen otras fuentes posibles (periódicos del mismo ámbito geográfico y cultural); que, en el caso del salmantino, la venta era fruto de una subasta por proceso de liquidación de la entidad, y que en el caso de La Región la operación incluía los derechos de propiedad intelectual. No se tiene en cuenta pues el valor único de La Región en cuanto a la historia de Ourense, como, por ejemplo, el periódico en el que publicaron sus artículos los componentes de la Xeración Nós, escritores como Eduardo Blanco Amor, dibujantes y fotógrafos con reconocidos trabajos a lo largo de más de un siglo, etc. La Región constituye así una fuente única en muchos de los años de su archivo y es sin duda la más completa en todos, debido al volumen y calidad de la información que atesoran sus páginas, sin parangón con otras publicaciones respecto a una provincia. Hasta bien entrados los años 80 del siglo pasado no hubo ediciones sólidas de otros periódicos, que incluso hoy en día no ofrecen el volumen de información que incluye La Región. 

De hecho, informes de tasación presentados en el juicio coinciden con el que realizó la Diputación antes de la venta (con la reconocida empresa Taxo, del grupo Tinsa) en que el método utilizado para realizarla sea el de reposición (el coste que tendría hoy reponer el bien), sin que sea obligatorio acudir al de comparación, al no poder encontrarse en el mercado un precio habitual para bienes tan singulares como es el del Archivo Histórico de La Región SA.

Por otro lado, durante el juicio salió a relucir la falsa afirmación por parte de la parte demandante de que la misma colección había sido vendida a la Xunta y se encontraba en la Cidade da Cultura del monte Gaiás. Nada más lejos de la verdad, se trata tan solo de una parte de la hemeroteca depositada allí por razones de espacio, seguridad y en previsión de un posterior traslado a unas nuevas instalaciones de La Región. Esos fondos allí depositados -de los que la Xunta no disponía de los derechos de propiedad intelectual ni ningún otro y de los que nunca se habló ni de venta ni de precio- son los que pasarían a ser propiedad de la Diputación una vez realizada la operación de venta. El propio jefe de servicio de la Biblioteca de Galicia, José Daniel Buján, explicó en la vista oral que la "valoración global, no detallada" de la parte allí depositada fue de 150.000 euros únicamente a efectos de depósito temporal, como se hace con otras colecciones y depósitos, no como tasación de su valor real, tal y como pretendían los demandantes.

En cuanto a los errores administrativos cometidos, se señala la intervención, como firmante de informes, de personal eventual de la Diputación que no debió rubricarlos. Ahora bien, la propia jueza otorga después validez a algunos de esos informes por estar dentro de los parámetros legales correspondientes. En cuanto al de la fijación del importe propuesto para la adquisición del archivo, se hizo dentro de los límites de la horquilla que daba la tasación realizada por la propia Diputación, con una cifra (2,23 millones más IVA) sensiblemente inferior a la media de la señalada por la empresa tasadora Taxo (3,8 millones de euros).

Otra de las cuestiones en las que la sentencia incide es en la cuestión del pago por parte de la Diputación. La jueza no habla de fraccionamiento, sino de aplazamiento del precio, lo cual es interpretable dado que por el objeto del contrato sería absolutamente defendible la posibilidad de aplazamiento hasta el plazo máximo legal, que en  ningún caso se ha superado al señalarlo en tres años. 


Las tasaciones elevan el valor de la hemeroteca hasta 5 millones de euros


La tasación encargada por la Diputación sobre el Archivo Histórico de La Región y de La Región Internacional, concluyó fijándolo en 3,8 millones de euros (el precio final fue de 2,23 millones más IVA). La empresa encargada, Taxo (del grupo Tinsa), es una compañía de prestigio mundial, con  amplio bagaje en la peritación y tasación de cualquier bien o activo, como acredita su trabajo de valoración de la biblioteca de la Cartuja de Sevilla, el mosaico romano de Córdoba o de los archivos del escritor Robert Graves. En el proceso de tasación, Taxo tomó como  referencias los valores en el mercado de documentos únicos de muy diversa índole como cartas de Lincoln, Colón o Lorca, o archivos como el de Tom Wolf, entre otros. 

En otra de las tasaciones, la realizada por el experto en hemerotecas Felipe Martínez (a instancias de la propia Diputación), la valoración ascendió a 2,8 millones de euros, cifra también superior a la fijada en la venta. Felipe Martínez, profesor de tasación de libros y documentación de varias universidades, imparte cursos en las de León, UNED, de Zaragoza y Rey Juan Carlos de Madrid, así como en centros documentales como el Archivo General de Castilla y León, Museo Reina Sofía y colectivos profesionales como el Colegio de Bibliotecarios, Archiveros y Documentalistas de Valencia y otras instituciones públicas y privadas.

Otra tasadora, la reconocida Martin Investiment SL, realizó en su informe pericial la valoración más alta de todas, alcanzando los 5,05 millones de euros, teniendo en cuenta el valor de los periódicos en sí y los derechos de propiedad intelectual que se cedían. 

La cuestión de los derechos de propiedad intelectual sobre la colección se reveló fundamental durante el juicio por su excepcional valor. Así, el perito convocado por la parte demandante, Joan Artés, que valoraba en 120.000 euros el coste del archivo, no tenía en cuenta dichos derechos, además de que manifestó durante el juicio que desconocía el carácter único para la provincia de Ourense de los contenidos de la hemeroteca. También es reseñable que el archivo de La Región Internacional es fundamental para conocer la emigración española desde la segunda mitad del siglo XX. 

Te puede interesar