Opinión

Vacía, vacía

El argumento es sencillo, una escuela languidece durante años, hasta se cierra. Sin niños el futuro queda dibujado de antemano, no es necesario recurrir a prácticas adivinatorias. Y es más, aunque los niños volvieran, algún caso se ha dado, lo realmente improbable es que esa escuela abra de nuevo sus puertas. 

En el rural se sostienen muchos de los argumentos culturales e identitarios que nos han dado forma, pero el “progreso” era otra cosa. Las migraciones urbanas vienen de lejos, porque es allí donde el ciudadano medra, intelectual y económicamente. El campo prescindió, primero de los jóvenes, y luego -por las leyes de la naturaleza- de todos. Las estadísticas demográficas no hacen más que moler el grano y contar las sacas. Ninguno de los organismos han visto el problema, ni siquiera han pensado que esto pudiera ser un problema. Nadie se ha planteado que un territorio no solo debe estar ordenado sino también bien cohesionado. Un rural en abandono sólo genera problemas, al margen de una pérdida cultural y económica de primera índole. Y no sólo es cuestión de reivindicar infraestructuras y nuevas tecnologías, que también son muy necesarias, sino de aclarar entre las partes qué es lo que se quiere que sean estos pueblos que languidecen y dejan una parte muy importante del territorio a merced de las alimañas y de los incendios que tanto nos acojonan. 

La visión de los urbanitas con respecto al rural siempre ha sido distante, como la de las antiguas metrópolis con las colonias. Una visión tan alejada que con una tarde de ruta ya se cumple. 

Hubo un tiempo, después de acceder a la Comunidad Europea, en la que un modelo capitalista a ultranza finiquitó lo que quedaba de economía productiva, pagando por prescindir de ganadería y de prácticas agrarias. Seguro que todas aquellas medidas fueron necesarias, y hasta muy útiles, pero el resultado es éste, demoledor. 

Que las comunidades rurales se manifiesten es necesario; ahora toca sufragar -con dinero- esas realidades improductivas, porque si no este país dual no se sostiene. 

Te puede interesar